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Opinión

Colombia y las empresas mundiales

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Por: Mariano Martínez Ospina
Cuando se habla de la inversión extranjera en Colombia, muchas veces no se observa la importancia de la posición del país y de su crecimiento económico como factor estratégico de la actividad empresarial transnacional en la región.

Debido al lamentable estigma negativo que dejaron la impronta de los abusos de la Casa Arana, la United Fruit Company y más recientemente la intervención de compañías a favor de actores en nuestro largo y doloroso conflicto armado, sumado a la trascendencia de discursos de ciertos nichos ideológicos sociales donde se estigmatiza el libre comercio, no se logra vislumbrar el valor de utilidad para un país de tener mercado abierto con el mundo, inclusive si la apuesta principal de su política comercial es fortalecer su industria local.

En este punto, podemos exaltar la gestión del saliente ministro de Comercio, Industria y Turismo Germán Umaña Mendoza, quien ha sido respetado en los círculos económicos, de opinión pública y por los sectores políticos de la oposición por su lenguaje respetuoso, técnico y naturalmente pedagógico dada su condición de docente de la Universidad Nacional.

Ha sido el principal titular desde su cartera de la política de reindustrialización nacional, que es un verdadero giro de tuerca que, desde su enfoque ideológico, el actual Gobierno Nacional quiere realizar como una medida de choque contra la sostenida política pública de apertura económica presente desde la administración de César Gaviria (1990-1994).

La capacidad de armonizar esfuerzos institucionales para lograr la financiación mediante capitales semillas y créditos blandos desde todo el Estado y no solamente desde los fondos del Grupo Bicentenario, además de articular el apoyo empresarial desde los eslabones más pequeños de la economía popular y comunitaria -compuesta por muy diversos sectores con dinámicas muy distintas, como por ejemplo tenderos y vendedores informales- hasta llegar a los emprendimientos, mipymes, fintech y las grandes empresas. Es una excelente estrategia el sistema de apalancar en la gran empresa -local o transnacional- mediante el sistema de ancla, en su cadena productiva y de talento humano como proveedores a los nuevos talentos e innovaciones realizados desde la base.

Sin duda alguna, el economista Luis Carlos Reyes al salir de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, tendrá la vara muy alta a la hora de lograr aterrizar su indiscutible popularidad mediática y su capacidad argumentativa para lograr continuar y hacer crecer esta política de Estado. Y para esto, tendrá que estar atento a las observaciones de las empresas internacionales que invierten en nuestro país.

La presencia de empresas que incluso llevan más de cien años confiando y valorando el mercado colombiano como Alliance Seguros o JP Morgan son casi imperceptibles en la opinión pública, inclusive de los medios económicos especializados, salvo que la publicidad lo mencione en algún momento.

Sobre ésta última, que está presente con oficina de representación en Colombia desde 1964, pero formalizada como institución de crédito desde 2006, y sus perspectivas sobre la economía nacional deben ser escuchadas en razón a su prestigio, y ahora en la situación fiscal, que no es como la pintan, como señala el diario La República:

JP Morgan le hace un fuerte llamado al Gobierno por el manejo de la situación fiscal

El JP Morgan presentó el informe “Tiempo de ajustar el rumbo fiscal: reduciendo gastos por la estabilidad”, donde alerta por la situación fiscal de Colombia, y le envía un contundente mensaje al Gobierno, donde sugiere que se controle el gasto público.

El informe elaborado por el economista Diego Pereira, señala que la caída en el recaudo tributario tiene a las arcas estatales con un estrecho margen de liquidez, en mayo. Eso sumado a un posible ajuste de la regla fiscal, podría dejar muy comprometidas las finanzas del Gobierno.

En el pasado hemos expresado nuestras reservas con respecto a la idea de que Colombia tenga espacio para aplicar una política fiscal anticíclica. De hecho, hemos caracterizado la política fiscal estructural como ‘subóptimamente’ expansiva, incluso vinculando los riesgos fiscales a la política monetaria”, detalla el informe del JP Morgan.

Para el banco es muy preocupante la situación fiscal, y consideran que se ha deteriorado más rápido de lo que se imaginaban, pero lo que más les hace tener angustia es que si se compara mayo de 2023, con 2024, el recaudo cayó 45%. Estiman que en lo que va del año, en términos reales la pérdida ha sido de 16%.

“Esperamos que la autoridad fiscal ceda en el intento de alimentar la demanda interna, o al menos frene su entusiasmo fiscal reduciendo el objetivo de gasto anual. Según nuestras estimaciones, el ajuste total para compensar el desajuste de ingresos ascendería a alrededor de 1,6% del PIB. Sin embargo, en esta fase esperamos que la autoridad fiscal reduzca el gasto en torno al 1,0% del PIB, que se anunciará en la presentación del Programa Fiscal a Medio Plazo previsto para mediados de junio”, detalla el informe del JP Morgan.

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La entidad asegura que la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo será determinante, no solo para el futuro financiero, sino para entender las consecuencias el poco margen que tiene el Gobierno para pagar sus acreencias.

La regla fiscal no es un problema ideológico, es un mecanismo de protección de las finanzas públicas, es por esto, que la reducción del gasto público en tareas y entidades que no tengan una funcionalidad ni viabilidad financiera estructuradas, debe ser una prioridad, no sin antes llevar a cabo aspectos positivos que se han trabajado por la expedición del Nuevo Estatuto Aduanero colombiano que debe combatir el contrabando y todas las amenazas de financiación de la criminalidad transnacional, más allá del evidente perjuicio por la evasión de los impuestos nacionales para las finanzas públicas.

No obstante, como las políticas de corte social ya conocidas de la actual Administración Nacional tienen un sustento que no puede ser menospreciado por una oposición ciega y virulenta. Al existir una carga impositiva muy fuerte y creciente para las empresas -más allá del aumento del salario mínimo y la parafiscalidad, que son factores constantes y llevaderos mientras que el aparato productivo siga estable- pero muy bajos para las personas naturales de acuerdo con sus ingresos, y de manera directa y proporcional, inclusive para quienes reciben ayudas públicas es la fórmula mayoritaria en las principales economías del mundo. Sin embargo, situaciones como que la mayoría de las propiedades de alto estrato en Bogotá estén a nombre de sociedades empresariales e incluso entidades sin ánimo de lucro -no sin contar la polémica existente por las fronteras tributarias de los fideicomisos administrativos de grandes fortunas o premios como Baloto – no son irrelevantes.

De cualquier manera, el próximo año de la Legislatura, es decir después del 20 de julio, las decisiones económicas del Gobierno deben ser prudentes y conservar la confianza ganada a través de los años por nuestro país por parte de la empresa privada. La confianza es la clave de los negocios y de la vida.

FUENTES

1. JP Morgan le hace un fuerte llamado al Gobierno por el manejo de la situación fiscal. La República, 1 de junio de 2024. Enlace virtual: https://www.larepublica.co/economia/jp-morgan-le-hace-un-fuerte-llamado-al-gobierno-por-el-manejo-de-la-situacion-fiscal-3872783
2. Presentación JP Morgan Colombia. Enlace virtual: https://www.jpmorgan.com/CO/es/about-us (Consultado el 1 de junio de 2024)

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