Ibagué en caos, entre protestas y celebraciones en las calles

Por: Juan Esteban Bustamante

Mucho se ha dicho los últimos días sobre las medidas anunciadas la semana pasada por el gobernador Ricardo Orozco y el alcalde Andrés Hurtado para hacerle frente a la pandemia del Covid-19.

Hay quienes afirman que son medidas exageradas, que no corresponde tomarlas, que es apresurado e improvisado. También, hay quienes pensamos que era necesario tomar medidas contundentes en este momento que, por primera vez como ciudad, superamos el 85% de ocupación de camas UCI y a nivel departamental las cifras no son mejores.

Más allá de que sean medidas necesarias debemos evaluar la efectividad, el trasfondo de esto es frenar la velocidad de contagio en un momento difícil donde el sistema de salud está ad-portas del colapso. Por eso, celebro la militarización de Ibagué, anunciada el pasado viernes hasta el mes de diciembre; el caos y el desorden que se vivió en las calles la semana pasada, en medio del peor momento sanitario, rayó con la demencia. Me parece muy bien que nuestros gobernantes hayan dado ese grito de autoridad por la salud y la vida de los Tolimenses.

Y como sociedad debemos entender que ninguna medida será suficiente mientras haya marchas y plantones que no cumplen los protocolos de distanciamiento ni las mínimas medidas de bioseguridad. Ninguna medida será suficiente mientras taponen las vías, generando que las ambulancias, los médicos, enfermeras y demás personal de la salud pueda llegar a los hospitales a salvar vidas que agonizan a causa del virus. Ninguna medida será suficiente mientras se celebre ‘un año más de cualquier cosa’ deportiva o de otra índole, aglomerando más de 100 personas en un planchón y sin tapabocas. Sólo esto, para no dar más ejemplos de cosas que disparan más los contagios y dificultan más la lucha contra el virus que la vida nocturna de nuestra ciudad, que está a punto de ser restringida por un mes, afectando no sólo a muchos empresarios sino miles de empleos.

Entiéndase esta columna como un SOS a los Ibaguereños y Tolimenses, como sociedad no nos sirve ese caos que algunos con malas o inocentes intenciones promueven. En una ciudad con una tasa de desempleo cercana al 30 por ciento y un desempleo juvenil del 40 por ciento, no nos podemos arriesgar a un confinamiento como el de los primeros meses, debemos ser coherentes con el comportamiento, que permita una reactivación económica prudente pero contundente, que rescate a Ibagué del vergonzoso ´ciudad con más personas desempleadas en Colombia´. El Covid-19 mata, la pobreza y la falta de empleo también, que Dios ilumine a los gobernantes para que tomen las mejores decisiones, y a los ciudadanos para que entendamos que la salud pública y la reactivación económica es responsabilidad de TODOS.