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Opinión

FALTAN MUCHOS

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Por: Juan Pablo Manjarres Varón

El país sin duda se asombró al saber la decisión de la corte suprema de justicia hacia el senador Uribe, y era de esperarse, el país agarrado, políticos contentos, llorando, en fin, hecho histórico. Ahora no podemos creer que la investigación en contra de Uribe va a salvar al país, ni mucho menos vayamos a creer en esos politiqueros que aprovechan el escenario para ir haciendo campaña. Uribe solamente es uno de todos los congresistas que deberían salir del salón elíptico.

Bien, Uribe investigado; si llegase a ser culpable es necesario que sea puesto tras las rejas, y no tras la puerta de su casa de millonario. Porque vaya martirio vivir en semejante rancho.

Ahora, no vayamos a creer que con el acto en contra de Uribe se van a solucionar todos los problemas del país. Esperemos que sea el comienzo de toda una serie de arrestos a corruptos y avispados. El congreso no solo se componía por los escándalos de Uribe, él no es el mesías, y mucho menos el patriota ideal, sí, hizo vainas buenas, pero también cagadas asombrosas.

No podemos desconocer que existen otros fulanos que deberían ser juzgados y castigados, mencionemos a algunos de los afortunados. En esta prestigiosa lista tenemos a Petro, Ciro Rodriguez, Alvaro Ashton, Antonio Guerra, Armando Benedetti, Arturo Char y Sandra Villadiego. Ellos que están felices de la mogolla y en supuestos negocios sucios. Es momento de poner mano dura a todos aquellos amañados y vivos para los torcidos que dejan por el piso el nombre de nuestro país. Y, en parte es por nuestra culpa, nosotros somos los que nos encargamos de joder nuestro futuro eligiendo a los mismos pelagatos. Pelagatos que aprovechan cualquier acto para convertirse en adalides de lo que es bueno y sano.

Es momento de dignificar nuestros procesos electorales, es momento de que nos pongamos los pantalones en el sitio y digamos ¡NO MÁS! No más prácticas amarradas, no más con lo mismo. Lo que sucedió es un botón de arranque para comenzar a hacer las cosas bien. Que tiemblen los corruptos que somos la generación que despertó.