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Opinión

La Torre de Babel

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Por: Gustavo Collazos 

Cómo lo avizoramos en una de nuestras columnas, la ganancia de Jaramillo con su conectada al tarro de dulces del gobierno de Hurtado en Ibague, le iba a traer más divisiones que uniones y más descontentos que consensos.

Del que menos esperábamos un grito de inconformidad era de Camilo Delgado, pues está enchufado en la UTL de Olga B. y con la elección de Cámara quedó demostrado que ya no estornuda cómo antes, pues pareciera que ya se sometió al perrero.

En las últimas horas, el reconocido periodista Álvaro Murillo, único medio reconocido por la Casa Jaramillo, hizo públicas las declaraciones del dirigente gremial Álvaro Delgado, padre de Camilo.

Allí deja claro sin entrar en detalles que no está con Jaramillo y que someterá a consenso gremial la decisión final de su respaldo político para la Gobernación del Tolima. No se puede pasar por alto está afirmación viniendo de quien viene; ¿será que los Delgado se cansaron de ser peones en el tablero de ajedrez de Jaramillo?

¿Será que el puesto de la esposa del cuestionado exalcalde de Cunday, Evelio Girón, quien solo puso 150 votos para Congreso en su pueblo, demuestra que el exmandatario pesa más que la votación de Delgado?

Esperemos la reacción de Renzo García, de Marco Emilio Hincapié y de José Barreto, pues es claro que Jaramillo o se va de lleno con Johana Aranda para la Alcaldía de Ibague, o a todos los candidatos les da contentillo, pues está vez el ‘dios Jaramillo’ pretende que todos hablen un solo idioma y ese es Jaramillo gobernador. Lo que se le olvidó es que él, el Dios unigénito que lo creó a él, hace muchos siglos dijo que no conviene que todos los hombres hablen un mismo idioma, pues eso los hace cometer errores y hasta actos sacrilegos, la democracia se sustenta en la diversidad de pensamiento y expresión, de eso poco sabe Mauricio quien pretende ordenar a todos sin pensar en una consecuencia con sus intereses, sin considerar que hasta su mismo hermano Guillermo Alfonso vería con total repudio sus jugadas políticas incoherentes.

Cómo vemos, el veterano Mauricio Jaramillo bien sea con perrero en mano, o con jugadas ocultas, pretende que todos lo eleven en una gran torre que ya denominó TOCONBAR, sea cómo sea, cueste lo que cueste; pero que no le cueste a él, si no a los esclavos que pondrá a cargar ladrillos; después les dirá como dijo Olga B, godos, aliados de las circunstancias y solo ascenderá él y su Sanedrín. ¡Después no digan que no se lo advertimos!