Connect with us

Opinión

La economía circular una nueva forma para lograr el desarrollo sostenible del planeta

Foto del avatar

Published

on

Administradora de empresas, magister en proyectos de desarrollo sostenible, docente y analista en diagnostico corporativo y sostenibilidad.

La invitación de este escrito es a innovar en el mercado y ayudar a la sostenibilidad del planeta a partir de la creación de ideas de negocios basados en la economía circular; si por el contrario usted es consumidor le instó a que deje de tirar el dinero a la basura y consuma responsablemente.

Actualmente el sistema económico y de producción en el mundo es desarrollado bajo el concepto de economía lineal, cuya teoría se fundamenta en tres fases: 1. Producir un bien o servicio, 2. Usar, por determinado tiempo ese bien hasta que llega uno nuevo o cumple su vida útil y 3. Tirar, es decir ese bien es arrojado a la basura, permitiendo la adquisición de uno nuevo, para lograr remplazar anterior y continuar con el excesivo consumo de bienes y/o servicios que contribuyen a la depredación del planeta; ahora bien, puede dar respuesta a los siguientes interrogantes ¿Cuántos productos compra durante un año que realmente no necesita? ¿Cuánto dinero tira a la basura adquiriendo ropa, zapatos, aparatos electrónicos, plástico, papel entre otros por moda?

Pues bien, en 1997 durante la celebración del Foro de Río + 5, el creador del concepto huella ecológica, Mathis Wackernagel, expreso lo siguiente: “si fuera posible extender a todos los seres humanos el nivel de consumo de los países desarrollados, sería necesario contar con tres planetas para atender a la demanda global” (Vilches, et al, 2003, p. 52). Surge desde entonces un nuevo concepto para el capital denominado la Economía Circular, el cual funciona a partir de la reutilización de residuos como materia prima para producir y/o fabricar otros bienes, este tipo de economía  busca reducir al máximo la extracción de nuevas materias primas, el consumo de energía no renovable y de agua; es decir, este proceso busca cerrar el ciclo de vida de producción, basado en tres fases: 1. Reduce, el consumo de materias primas, 2. Reusar las materias primas y/o insumos en la fabricación de los nuevos productos y 3. Recicla elementos ya utilizados en el ambiente, (Dwyer, 2017).

La fundación para la economía circular, establece los siguientes principios: 1. Repensar, el sistema económico y la forma de transformarlo para prolongar la vida del planeta. 2. Rediseñar los productos e introducir las materias primas existentes sin extraer nuevas. 3. Refabricar, establecer el nuevo modelo de fabricación de los bienes que permitan logar la inclusión de materias primas e insumos reciclables. 4. Reparar, significa verificar los bienes que terminan en la basura por que ha expirado su vida útil cada vez más corta y que nuevamente pueden ser utilizados en el contexto global. 5. Redistribuir los materiales para logar un mejor aprovechamiento del mismo. 6. Reducir la cantidad de materias primas para la elaboración del bien. 7. Reutilizar, significa que los elementos desechados en el planeta, puedan ser nuevamente utilizados en la elaboración de piezas para la terminación de un nuevo producto. 8. Reciclar, expresa la recolección y separación de los elementos que son basura en el planeta, para que posteriormente sirvan de provecho para el nuevo producto. 9. Recuperar, establece el uso de energía adecuado para la elaboración del bien programado, (Belda, 2018).

Revisando la información frente a la evolución de las generaciones, es necesario resaltar para este escrito que las personas nacidas en el año de 1982 y en adelante, son las generaciones con mayor conciencia en el consumo de bienes y/o servicios sostenibles para el planeta, es por esto que las empresas se están reinventando y están fabrican pitillos, vasos y platos desechables que antes eran producidos a partir del plástico y hoy son realizados en materiales biodegradables, de igual manera, las cajas de madera son remplazadas por cajas elaboradas a partir de la cascara de plátano, las casas son construidas con ladrillos elaborados a partir del plástico reciclado, la elaboración de libretas y agendas a partir de papel reciclado entre otras acciones que permiten contribuir a la disminución del impacto ambiental.

Finalmente, la invitación de este escrito es a innovar en el mercado y ayudar a la sostenibilidad del planeta a partir de la creación de ideas de negocios basados en la economía circular; si por el contrario usted es consumidor le instó a que deje de tirar el dinero a la basura, consuma responsablemente y realice las siguientes acciones: 1. Ahorre papel, las hojas, carpetas, servilletas y demás recuerde que la materia prima de este producto es la fibra vegetal. 2. Recuerde aplicar la regla de las cuatro 4R: Reciclar, reutilizar, reparar y reducir a la hora de consumir. 3. Ahorre la energía. 4. Cero desperdicios de agua. 5. Contribuya a la reducción de la contaminación del aire. 6. Evite consumo de productos de moda o de temporada. 7. Realice la recolección en la fuente y separe las basuras. 5. En cuanto alimentación disminuya el consumo de alimentos procesados y/o empacados en envases no amigables con el ambiente. 8. Busque arreglar los objetos y/o electrodomésticos, es cierto que vienen con una vida útil pero antes de surtir podrá encontrar la manera de repararlo. 9. Trate de comprar productos solamente para remplazar el que está usando cuando esté se encuentre terminado, en ocasiones las personas se convierten en acumuladoras; recuerde que usted hace la diferencia, cada acción por mínima que esta sea, sumada con la de los demás, coadyuva a la sostenibilidad del planeta.

Fuentes:

Belda, H. I. (2018). Economía circular: Un nuevo modelo de producción y consumo sostenible. Retrieved from https://bdbiblioteca.universidadean.edu.co:2102

 

Dwyer, B. (2017). Eficiencia energética en la supply chain. Ecoe Ediciones. Tomado de http://bdbiblioteca.universidadean.edu.co:2071/?il=5954

Vilches Peña, A., Gil Pérez, D. & Mayor Zaragoza, F. (2003). Construyamos un futuro sostenible. Madrid: Cambridge University Press. p. 52.