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Opinión

¡Escándalo tras escándalo! Así es el embrollo de la elección del personero en Ibagué

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Por: Heryk Farfán

Con los nervios de punta está el Concejo de Ibagué, a pocos días de la importante decisión que deben tomar para elegir al personero Municipal 2024 – 2028, ya que la Procuraduría dio plazo hasta el 01 de marzo de 2024. Y cómo no estar nerviosos, si enfrentan 9 procesos jurídicos por denuncias ante presuntas irregularidades.

Y se preguntarán ¿qué importancia tiene ser personero? pues este desempeña un rol fundamental en el control administrativo, al ser parte del Ministerio Público cuyo director supremo es el Procurador General de la Nación, tiene la función de vigilar la conducta oficial de quienes desempeñan funciones públicas, velar por la defensa de los intereses de las comunidades locales, y proteger los derechos humanos. Situación que pone ‘expectante’ al gabinete de la alcaldesa, para saber quién será la persona que los vigilará.

Pero el actual proceso brilla por los tropiezos, los cuales se hicieron evidentes el pasado 29 de noviembre de 2023, cuando el Juzgado Sexto Civil Municipal ordenó al expresidente del Concejo, Ferney Varón, suspender dicho proceso de elección de Personero, procedimiento del que se habían apartado sus dos vicepresidentes, William Santiago y Ricardo Zarta, quienes pusieron en tela de juicio las acciones de Varón, provocando que el expresidente los denunciara por supuesta omisión.

Por su parte, el concejal William Rosas, el 02 de octubre de 2023 denunció a Varón en la Fiscalía, ante el presunto delito de contrato sin el cumplimiento de requisitos legales. Y recientemente, el nuevo concejal Carlos Beltrán, el 01 de febrero, entuteló el proceso afirmando que estaría viciado.

Actualmente, la puja para quedarse con la Personería de Ibagué está entre los primos Educardo Espinosa Palacios y Sonia Agudelo Espinosa, ambos de Chía, Cundinamarca, y exgerentes del Instituto de Desarrollo Urbano, Vivienda y Gestión Territorial, de ese municipio, quienes ocuparon los dos primeros puestos del concurso de méritos, que adelantó la Universidad Agustiniana de Bogotá, contratada para desarrollar el 90% del proceso, y donde Educardo obtuvo el más alto puntaje, con 78.30 sobre 80 puntos, pero quien además, tendría varios escándalos a cuestas.

Y es ahí donde nos debemos preguntar como sociedad, ¿qué control estamos haciendo para que se elija a una persona idónea, que conozca y represente los derechos de las comunidades de Ibagué, investigue el actuar de los funcionarios públicos cuando sea necesario, y además, que el Concejo Municipal realice un proceso transparente y sin mantos de irregularidades?

Pero estas ‘novelas dramáticas’ no son nuevas para el Concejo de Ibagué, solo basta mirar los últimos 15 años. Trasladémonos a enero de 2008, cuando fue elegido Isaac Vargas en reemplazo de Tirso Bastidas, y luego de los rumores de presuntas inhabilidades de los dos nombres que más sonaban para quedarse con ese puesto, Orlando Espinosa y Wilson Guarnizo.

Ya en enero de 2012 Vargas fue reelegido con la supuesta bendición del alcalde electo Luis H. Rodríguez, ventilándose en su momento, el inconformismo de algunos concejales de las mayorías (quienes se hacían llamar los 12 apóstoles) porque se les habría ‘desbaratado’ la elección para Carlos René Orjuela. Dicha personería de Vargas fue cuestionada debido al poco accionar ante el desfalco de los Juegos Nacionales en el 2015.

Julián Prada, con el presunto respaldo de Cambio Radical fue elegido personero en enero de 2016, tras un polémico concurso de méritos adelantado por la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP); y siendo retirado del cargo en marzo de ese año para luego anularse su elección, por violar el régimen de inhabilidades, ya que hasta un día antes de su elección estuvo contratado en Ibagué, por la Universidad del Tolima.

El encargo lo recibió Juan Felipe Arbeláez, quien fungió como personero desde marzo de 2016 hasta marzo de 2018, pero en enero de 2021 fue sancionado por la Procuraduría, ya que designó a un intermediario de seguros para la Personería Municipal en enero de 2018, sin realizar el proceso de selección legal.

El Concejo realizó en marzo de ese mismo año una polémica y sorpresiva elección, ya que el candidato con el mayor puntaje, Efraín Hincapié, no fue el elegido por los cabildantes, quienes argumentaron una supuesta inhabilidad, y decidieron votar a favor de Camilo Ossa, quien en julio de 2019 fue destituido por el Consejo de Estado, anulando su elección, y quedando así en encargo Camilo Piedrahita, de julio a septiembre de 2019.

Pero a pesar de que Efraín Hincapié ganó la batalla jurídica para ser posesionado personero de Ibagué, mediante una carta afirmó que el Concejo y Ossa se anticiparon, ya que el fallo quedó en firme hasta el 06 de agosto de 2019 y tomar posesión podría ser demandable. Ante esto el Concejo alegó falta de claridad y decidió elegir al segundo en la lista, es decir, retornarle el cargo a Camilo Ossa quien de nuevo fungió, desde septiembre de 2019, hasta febrero de 2020.

Wilson Prada fue escogido en febrero de 2020, pero su elección se declaró nula por el Consejo de Estado en junio de 2021, afirmando que el concurso de méritos realizado por la Corporación Centro de Consultoría, Investigación y Edición Socioeconómico (Ccies), no era válido ya que la corporación no era idónea para tal fin, quedando en encargo Francy Johanna Ardila, entre junio y octubre de 2021.

El Concejo tuvo que adelantar un nuevo proceso, al cual Ardila se presentó y quedó elegida; pero también afrontó varias demandas de nulidad a su elección, ya que se habría desempeñado como funcionaria de la Personería en cargo directivo, durante 12 meses antes de su elección, y, además, se le cuestionó una presunta falta cometida en la entrevista durante el proceso de selección, por hacer uso de ayuda impresa, aun así, continúa ostentando el cargo próximo a ser entregado.

Esta ‘miniserie’ de escándalo tras escándalo, en pocos días tendrá un nuevo capítulo, que por lo visto mantendrá la misma línea dramática, y será tarea del Concejo de Ibagué como encargado de velar por los intereses de los ciudadanos, repito, de los ciudadanos, quienes le den solución a este embrollo. Si trajéramos a colación el historial de las también polémicas elecciones de Contralor Municipal, tendríamos otra miniserie que nos dejaría un sinsabor, por el cuestionable actuar histórico del Concejo de Ibagué.

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