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Opinión

El político y su condición de vida

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Por: Ramiro Suárez Peña

En la política se aprende a negociar la tranquilidad sin frenar la lengua y en campaña electoral las acciones, discursos, gestos, comportamientos, palabras, opiniones prohijadas por el importaculismo y el marketing político hacen su mejor tarea “encubrir”.

El importaculismo del político marca la diferencia con indiferencia y apatía a la problemática social, donde el 99 % del discurso de luchar por el bienestar de sus prospectos electores es mentira y el 100% seguro que al político no le importa; Prometer para meter y después de haber metido olvidar lo prometido “Estupro político”.

En la gobernanza de los políticos, hay mucha gente a su lado no de su lado, que entre seguidores, detractores y personajes contradictorios cambiantes de opinión, están listos para abrir mercado en el próximo proceso electoral. También políticos serios y electores juiciosos que han mostrado coherencia y congruencia, cualidad de ellos consecuente con sus ideas, valores y creencias a través de sus acciones.

La obediencia de vida y disciplina de servicio, son fronteras que los gobernantes y actores políticos no deben cerrar para construir ciudad y región, superar adversidades ambientales, recuperar espacios públicos, restaurar la autonomía moral del gasto público y legalizar la seguridad como un derecho fundamental.

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Sin embargo, hay personas políticas que equilibran la balanza y dignifican la política en el Tolima. El lujo de estas cuánticas personas a nivel espiritual es como ven su vida y sin envidia la vida de los demás; Por lo mismo, rompen la tradición que en lo ordinario significa la politiquería “Corrupción”.
La valentía y liderazgo de Carlos Edward Osorio Aguiar – Adriana Magali Matiz Vargas – Giovanny Eduardo Molina Correcha – Rubén Darío Rodríguez Góngora – Harold Fernando Urrea Amaya – Miguel Alexander Bermúdez Lemus – Gentil Gómez Oliveros – Deybi Buitrago Chicuasuque, son algunos que, en medio cruzado de una actividad proselitista costosa y hasta peligrosa, dejan una estela positiva de lo que significa “SER” en pretérito y presente “Servidor Público”.

En medio de la montonera de actores políticos, casas políticas, funcionarios y contratistas; estos personajes Tolimenses, Carlos Edward Osorio Aguiar – Adriana Magaly Matiz Vargas – Giovanny Eduardo Molina Correcha – Rubén Darío Rodríguez Góngora – Harold Fernando Urrea Amaya – Miguel Alexander Bermúdez Lemus – Gentil Gómez Oliveros– Deybi Buitrago Chicuasuque, equilibran la balanza política en el Tolima y dignifican nuestra cara frente a un Gobierno petrista lleno de contradicciones y desaciertos.