21N: LO BUENO Y LO MALO

Este paro desde un comienzo tuvo tinte político, fue promovido desde la desinformación y no quedaron claras las razones por las cuales enserio había que marchar, las causas infundadas para convocar esta protesta, el oportunismo de los detractores y la doble moral fueron piezas claves para el desarrollo de la manifestación nacional.

Por: Juan Pablo Manjarres Varon

Coincido con Dávila al pensar que al inicio de todo este “boroló” se aprovechó la inconformidad de los más vulnerables y ella lo dijo claramente “la gente común y corriente sale a marchar creyendo que se arreglarán todos sus males mientras algunos políticos se cuelguen medallas de triunfo en el pecho.” Y comprobémoslo, la marcha se utilizó no para demostrar la situación de algunos sino el poder de otros, el poder de aquellos que se declaran adalides sin serlo. Un claro ejemplo, Guillermo Alfonso, que me parece la más útil estrategia el apoyar una protesta para quedar bien en el imaginario reciente. Dicho esto, me parece interesante resaltar una vez más aquellas razones infundadas que mencioné al comienzo.

Como dije en mi anterior columna, parece que la respuesta al ¿Por qué marchar? Fuera plurifacetica, puesto que la misma era manipulada de manera bestial para que se dividiera en más problemas y atrevidamente voy a tomar la más común presenciada el 21.

La marcha buscaba “pelear” por:

La reforma pensional y laboral, aquella reforma de la cual no hay rastros; En este país mamado de las suposiciones los hechos son los que pesan. Recordemos que ese cuentico de la reducción del salario para jóvenes menores de 25 años fue una proposición NO ELABORADA por el gobierno, es más, recordemos que el mismo presidente, Iván Duque fue el que rechazó rotundamente esta propuesta. A tal punto de ser DESECHADA. Recalquemos también que no se está buscando aumentar la cotización pensional.

Entonces, por este factor la protesta no tenía influencia ¿Cómo se va a pelear por algo que no existe? Aquí nos damos cuenta que quienes convocan esta protesta no les están hablando con la verdad.
Ahora sí, hagamos honor al título de la columna.

Las manifestaciones fueron iniciadas hacia las 7 de la mañana, tal y como estaba previsto.
Disturbios en algunos lugares, daños materiales, encuentros, alaridos, violencia, muestras culturales, comida gratis… Eso fue un poco de lo que se vio este 21.

Y de la protesta nos queda:

Lo bueno: Particularmente, en el caso de Ibagué se demostró que por lo menos la mayoría de los docentes no querían generar disturbios. En marcha pacífica, expresándose y con sus familias. Así se manifestaron los docentes ibaguereños.

Datos extras: El presupuesto para el 2020 en materia de educación pasa los 44 billones, así es, el más alto en la historia colombiana.

¿Recuerdan ese artículo polémico? El 44, de la ley de presupuesto. Les informo por si no sabían fue OBJETADO y adivinen por quién… Ivan Duque.

De igual manera, felicito a los estudiantes que con mucha firmeza y franqueza demostraron que la violencia no es la solución y les dieron una cachetada a aquellos vándalos que deslegitimaban la protesta.
Aunque la “cagaron” a lo último de la jornada, creando disturbios y terror. Así no se hacen las cosas. CONDENABLE HECHO.

Lo malo: El oportunismo sin duda alguna, gracias a Dios no estamos en campañas aún, o si no hubiese sido una excusa para la razón del “por quién votar” Con golpes de pecho políticos locales creyeron que solo al ir a la marcha estaban apoyando y no es así.

El vandalismo presenciado en Cali sin duda alguna fue la peor representación de esta manifestación, es repudiable y condenable todos los hechos que con malicia dañaron la paz en la capital valluna.
Abramos otro espacio.

Lo peor: La discriminación ideológica reinó el 21, maltratando a quienes estuviesen en desacuerdo con la protesta, tildándolos y ofendiéndolos con peyorativos que no aportaban a la solución. Este si es un ejemplo de lo retrógrado que se puede tornar este espacio.

Finalizo este espacio con 3 cosas:

1. Ojalá las protestas futuras sigan esta línea, PACIFICA.
2. Que les caiga todo el peso de la ley a los desadaptados que causaron daños en sus territorios, entiendan, JAMÁS SE CONSTRUIRÁ DESTRUYENDO ¡JAMÁS!
3. Que el odio no abunde en estas épocas, que las protestas no se presten para atacar un grupo poblacional que piense distinto, la ofensa no trae nada más deslegitimación.

Y la frase de la semana….“Los grandes cambios pueden llegar sin necesidad de utilizar la violencia”
Esta marcha no sirvió para cambiar nada en el gobierno, puesto que no habían razones ni justificaciones para exigirle al presidente, sirvió para que nos concientizáramos y que nos diéramos cuenta de lo grandioso que podemos ser unidos.

Por último, entendamos que las cosas no se solucionan de la noche a la mañana. He tenido la oportunidad de hablar con el presidente Duque, con miembros del gabinete. Las intenciones son buenas, lo veremos reflejado en el Tolima. Ya verán.