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Opinión

Reforma Política: Menos personerías jurídicas, más Partidos representativos

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Por: Juan Urrea

La reforma política promovida por el gobierno Petro y el Pacto histórico ha terminado, por lo menos en esta legislatura, su paso por el Congreso de la República, su esencia terminó siendo la posibilidad de que los congresistas pudieran desempeñar cargos en el gobierno nacional y retomar su rol en el legislativo cuando así lo deseara, ¡claro! Era impresentable que este fuera el único cambio sustancial, al ser un inamovible en cada uno de los escenarios que tuvo esa reforma política.

Aunque el país ya ha vivido una reforma política reciente por parte de la jurisprudencia de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado de acuerdo a las decisiones frente a personerías jurídicas de grupos significativos de ciudadanos que lograron el segundo lugar en la elección presidencial y el reconocimiento de personería jurídica a los partidos políticos que han tenido persecución por parte de grupos criminales; este último, si bien, tiene casos apegados al marco establecido por el bloque de constitucionalidad y la Constitución, su uso frente a organizaciones políticas diferentes ha llevado al país de tener hoy cerca de veintinueve organizaciones políticas con personería jurídica.

Las reformas políticas de 2003 y 2006 establecieron unas reglas de juego frente a la obtención y permanencia de la personería jurídica relacionadas con el umbral en las elecciones legislativas, pero dicho limite ha sido modificado y su resultado no parece ser positivo para la democracia colombiana. Por lo menos más de la mitad de las organizaciones políticas autorizadas para avalar candidatos en las elecciones locales de octubre del presente año y con posibilidad de recibir financiación por parte del Estado, son desconocidos por un gran número de colombianos, quienes están al frente (y detrás) de esas organizaciones y lo que representan.

Por lo tanto, ¿realmente la diáspora de organizaciones políticas le favorece a la democracia colombiana? En la práctica, y en una revisión de la historia reciente colombiana promover la consolidación de organizaciones políticas que no representan ideas solidas desvirtúa el sentido de la representación de la ciudadanía en cada una de las corporaciones de elección popular; ¿Cuáles son las tesis que defienden las veintinueve organizaciones políticas? Las meras asociaciones por parte de un grupo de político para lograr el acceso al poder sin ningún tipo de responsabilidad frente a la ciudadanía, termina siendo un despropósito frente al elector.

Colombia requiere partidos sólidos, que promueva cada uno de los escenarios de participación bajo el debate de las ideas alejado del mero escenario para ganar elecciones y/o escaños de elección popular, no por la defensa de alguna utopía sino al debate constante al que la democracia colombiana está sometida. Será de vital importancia que el país retome de la senda de tener organizaciones políticas solidas al que los electores puedan apoyar, exigir y castigar en virtud de sus decisiones; fortalecer un sistema facilista frente al otorgamiento de personerías jurídicas solo fortalece unas organizaciones especializadas en la emisión de avales y no en el desarrollo propio de la democracia colombiana a partir de partidos políticos robustos y transparentes frente al elector.