Opinión
Mucho más que cemento, hicimos obras con amor y sentido social
Por: Andrés Fabián Hurtado Barrera – Alcalde de Ibagué
La infraestructura pública ibaguereña demandaba atención urgente, especialmente por el número de proyectos estancados, obras siniestradas y el descontento popular que se acumuló durante décadas. En ese orden de ideas, nuestra Administración destrabó impedimentos jurídico-financieros y avanzó en la construcción de escenarios deportivos, vías, Panóptico, plantas de tratamiento, placas huella, Acueducto Complementario, entre otros, que durante muchos años permanecieron petrificados en el tiempo.
En ese contexto, la magnitud física e histórica de las obras entregadas puede poner en segundo plano componentes como el desarrollo social, sin embargo, los resultados evidencian que, por el contrario, trabajamos incansablemente en esta área.
Habilitamos 100 comedores comunitarios y alimentamos a más de 7.000 niños y adultos mayores, quienes además recibieron atención integral en el ‘Jardín de los Abuelos’. Sumado a ello, apoyamos el desarrollo psicosocial de más de 100 personas con discapacidad y llevamos a cabo estrategias para beneficiar a sus madres cuidadoras.
A su vez, fuimos pioneros a nivel nacional con la implementación de la primera y única Guardería Nocturna del país; un espacio seguro, dotado con todo lo necesario para ofrecer a más de 100 niños de estratos 0, 1 y 2, un lugar donde jugar, alimentarse, aprender, dormir y lo más importante, donde nuestros profesionales brindaron amor y cuidado, mientras los papás de los menores trabajaban en las noches; asimismo, entregamos un subsidio de transporte para garantizar que aquellas familias que por distancia o incapacidad económica se les dificultara llevar a sus niños.
Implementamos hogares de paso para atender provisionalmente a quienes no tienen las garantías necesarias para su cuidado y protección, especialmente cuando son maltratados. En ese mismo sentido, creamos una robusta red de apoyo para los niños, niñas y adolescentes, donde pueden estar al tanto de los tipos de violencia que pueden estar padeciendo, sus causas y derechos.
Gestionamos la ‘Casa de la mujer’ que actualmente sirve como refugio para las ibaguereñas que han sido víctimas de todo tipo de violencia. Lamentablemente, allí han arribado decenas de mujeres, huyendo de sus agresores, y por supuesto, nosotros les hemos brindado todas las garantías legales, protección y cariño.
Pero también, fortalecimos los servicios de salud a través de nuestro Hospital San Francisco, donde hemos atendido más de 4.100 partos de manera humanizada; además, construimos el Hospital de Picaleña, un centro asistencial moderno y con un enfoque especial para las mamitas gestantes y lactantes.
La recreación y el deporte han sido una bandera de esta Administración, por eso a través del Imdri generamos espacios de sano esparcimiento para las familias, en las 13 comunas y los 17 corregimientos, con programas como: CicloVibra, Cardiorumbas, Deporte Social Comunitario, Educación Física en Centros Educativos, Deporte Vibra, entre otros, que nos permitieron beneficiar a más de 249.600 personas.
Implementamos emprendimientos con jóvenes de la zona rural, y a su vez, brindamos un proyecto de vida a 910 ibaguereños, quienes fueron becados en su totalidad para estudiar: Georreferenciación Topográfica, Contaduría Pública, Administración de Empresas y apoyamos a 200 jóvenes para formarse como patrulleros de nuestra Policía Nacional.
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Por otro lado, cerca de 54 mil niños reciben alimentación escolar a través del PAE, esto sin mencionar los 17 nuevos Mega Colegios construidos en esta administración, los cuales obedecen al campo de la infraestructura educativa y permiten avanzar en esa promesa que el municipio les hizo a los ibaguereños desde el 2016.
Trabajamos sin descanso para promover el desarrollo social en nuestro territorio; han sido 4 años de apuesta por la educación, cultura, salud humanizada, inclusión, diversidad, deporte y restablecimiento de los derechos de las personas vulnerables, elementos que, acompañados de una enorme evolución en materia de infraestructura pública, elevaron los niveles de desarrollo social y auguran un mejor mañana para las personas que más lo necesitan.
Nunca desplazamos nuestro corazón, por lo que algunos llaman ‘el frio de las obras’, por el contrario, el amor gigante que sentimos por Ibagué, permitió que contra todo pronóstico y cualquier tipo de dificultades, sacáramos adelante los proyectos que aclamaba la ciudad, sin descuidar el componente social, que como se evidencia en alguno de los ejemplos compartidos, también fue una de nuestras banderas; donde además quiero agradecer a mi esposa, Leidy Galeano, Gestora Social de la ciudad, por ser mi coequipera, liderar la mayor parte de estos proyectos y trabajar incansablemente y con mucho amor, para que todas las obras con sentido social fueran posibles, y como ella dice: “Cuando nos unimos, cosas grandes suceden”.
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