La salud mental, más allá de un tema religioso.

Ibagué en el último año y a inicios de éste 2020, se ha convertido en el «centro de atención» por el tema de suicidios.

Por: Cristian Raúl Varón

La salud mental es un tema que nos aqueja tanto a pequeños como  a grandes. En lo corrido del año ya van 8 casos de suicidios y en su gran mayoría han sido adolescentes quienes han decidido acabar con su vida.

Cómo joven, estudiante y católico practicante, manifiesto de inmediato que este tema va más allá de un Dios, una religión, un cura o un pastor y como sociedad del siglo XXI aún vemos como tabú tener asistencia profesional relacionada con la salud mental, desde ahí se inicia con el problema del porqué se maneja una alta tasa de suicidio.

Son muchos los problemas que nos aquejan a diario como jóvenes, tales como: crecer en medio de una familia disfuncional, ausencia  de amor por parte de los padres en el proceso de crecimiento del infante, situaciones económicas que llevan a que el niño o niña no tenga las comodidades básicas para su proceso de formación, el no adquirir unas buenas bases de conocimiento para saber cómo afrontar un noviazgo y una ruptura amorosa; aunque son muchas más las razones que afectan la salud mental, son por estas que la gran mayoría de adolescentes y jóvenes deciden acabar con su vida.

Debemos de actuar de inmediato como comunidad, efectuando una ética del cuidado que permita trascender de mí y poder generar un ambiente de acogida con mis cercanos y así atender con serenidad las necesidades del «otro» siendo sensibles, espirituales y sociales, adquiriendo un sentido de pertenencia más humano.

Por lo tanto, se le hace un llamado a la administración municipal para que actúe con profesionales encargados de atender la salud mental dentro y fuera de las instituciones educativas, un sacerdote o un pastor no es la solución para trabajar este fenómeno y un solo psicólogo en los colegios no logra resolver los problemas de  toda la comunidad estudiantil.

Atiendan el llamado por favor, no permitamos que este flagelo nos siga venciendo.