Por: Ramiro Suárez Peña

Majestuosa, regia, incluso sublime la manera como la alcaldesa Johana Aranda con su apasionamiento, le dice públicamente a nuestra gobernadora en el Tolima Adriana Magali Matiz, ¡Mire la capital de Ibagué!

Majestuosa Mujer nuestra gobernadora que brilla por sus cualidades y simpatía, frente al llamado a la acción que, con humildad conocedora de sus límites, le hace nuestra alcaldesa de Ibagué Johana Aranda a nuestra gobernadora Matiz, que si quedan expuestas a los medios de comunicación y actores políticos acomodados frente al llamado a la acción, la ciudad capital pierde.

La leona simboliza sabiduría y dignidad y el cóndor la espiritualidad y poder portador de buenas noticias. El contrapeso político de las dos mandatarias es la estela que se debe ponderar, para conservar la luz propia que acompaña a este binomio de gobernanza y equilibrar la balanza en beneficio de la ciudad musical.

De buen recibo y oportuno, el mensaje espiritual de alto vuelo de la leona al cóndor, para analizar la situación de Ibagué desde lo político; por razones obvias de indiferencia que comparten las dos mandatarias frente a un gobierno central de izquierda, que estigmatiza la derecha.

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Más allá de la avena y el tamal insignes del Tolima donde existen tradiciones, un llamado de atención se convierte en un llamado a la acción de mandataria a mandataria, donde lo positivo pesa más y es ahora cuando necesitamos de dos mamás para nuestra amada Ibagué. Y porque no una tercera mama, llamada en pretérito mama Ibagué, liberal de génesis petrista, Olga Beatriz González Correa.

Es la oportunidad para que el Partido Liberal que tanto ha recibido durante décadas, a través de su parlamentaria, le devuelva algo a la ciudad musical, trayendo proyectos con recursos del gobierno central, para el desarrollo y la competitividad de Ibagué.

Y como dice PAQUITO Francisco Javier Campos Charris “La voz del cóndor debe hacerse escuchar en la musical”.