Nación
“Cuando tiembla, no solo la infraestructura que colapsa pone en riesgo la vida”: SGC
El Servicio Geológico Colombiano recordó que hace 196 años se registró uno de los terremotos más destructivos de la historia del país, que provocó inundaciones y deslizamientos que afectaron a la población.
Un día como hoy, hace 196 años, el 16 de noviembre de 1827, ocurrió un sismo de magnitud 7.1, a 10 km de profundidad y con área epicentral en Altamira, Huila.
La intensidad máxima fue 10 (escala EMS-98), que quiere decir que fue “muy destructivo”. Los relatos sobre sus consecuencias son impresionantes.
El terremoto ocurrió durante el periodo de lluvias. Los ríos estaban crecidos y los suelos, saturados. Estas condiciones, sumadas a la alta magnitud del sismo, generaron grandes deslizamientos en varios municipios del Huila.
El deslizamiento más grande represó el río Suaza durante 55 días y provocó una inundación que cubrió casi por completo el casco urbano de Guadalupe.
Cuando se destapó la barrera que obstruía el río, se produjo una avenida torrencial que afectó a los municipios de Altamira, Garzón y Agrado. Murieron decenas de personas y se perdieron viviendas, cultivos y ganado.
En Gigante también hubo una avenida torrencial. La obstrucción y el flujo de la quebrada La Honda provocó el fallecimiento de más de 100 personas.
El caserío San Antonio de La Honda, ubicado en la confluencia entre el río Magdalena y esta quebrada, desapareció por completo. Este sismo afectó gravemente la infraestructura de gran parte del Huila. La mayoría de iglesias y casas fueron destruidas total o parcialmente.
Chaparral, Tolima, tuvo que ser trasladado 10 km al oriente debido al grado de destrucción en el que quedó la población. En Bogotá colapsaron la iglesia de San Victorino, la antigua iglesia de Las Cruces y la Ermita de Guadalupe.
A partir de documentos históricos, se calcula que este terremoto dejó entre 250 y 500 personas fallecidas. Además, la devastación de los cultivos de cacao, de los que dependía principalmente el antiguo Cantón de Timaná (comprendido por doce municipios huilenses), provocó una crisis económica en la región que duró varios años.
¿Por qué es importante recordar estos sismos históricos?
Conocer la historia sísmica del país nos ayuda a saber qué puede ocurrir en el futuro. Así podremos tomar mejores decisiones que salvaguarden vidas.
