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Opinión

¿A cómo el dólar?

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Por: Mariano Martínez 

Los diferentes diarios y noticieros del país están hablando del alza que pasó por encima la barrera de los $4.400 por dólar, siendo la más alta que se ha dado al superarse el techo de los $4.000 en mayo de 2023 o la llegada a los $5.100 en el segundo semestre de 2022. Las variantes que pueden darse en un mercado son inciertas, tanto que las predicciones sobre indicadores deben hacerse con el mayor desapasionamiento y la máxima responsabilidad, y el precio de la divisa estadounidense, hasta que la geopolítica determine lo contrario alguna vez, es la moneda fuerte y predominante en las operaciones comerciales del mundo entero.  Por esta razón, es necesario comprender el porqué de las alzas y bajas, y qué tanto afecta la política a la dinámica de los mercados.

En la campaña política de 2022, los analistas predecían que el creciente aumento del dólar iba a bajar apenas pasaran los comicios y se fuera Duque. La estabilización de la moneda vino a surgir después de la segunda mitad de 2023 con los hitos descritos anteriormente. Y ese escenario se asemeja a la actual alza en pesos colombianos del dólar americano, ya que todos los pronósticos argumentan que la cercanía de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre crean un efecto de subida de mercados, aunque discrepan las tesis de acuerdo a la preferencia política de cada quien, donde se atribuye a la tranquilidad frente a un eventual triunfo del ex presidente Donald Trump; o en el caso de la prestigiosa revista británica The Economist, que da su apoyo oficial a la vicepresidente Kamala Harris, basados en el realismo de sus medidas equilibradas en cuanto a la reducción tributaria para personas naturales como el mantener tasas actuales que permitan cubrir el déficit del país.

Colombia se beneficia desde el punto de vista de las remesas desde el exterior y las exportaciones, que hacen que los ingresos aumenten considerablemente, añadiendo un factor creciente que es el aumento de los ingresos del turismo al país que logró una cifra histórica de visitantes en 2023, dando un puntaje alto a la apuesta gubernamental de promover la “industria sin chimeneas”; y sin olvidar el creciente número de nómadas digitales colombianos saliendo y entrando al país con la tendencia mundial.

Uno de los efectos más notorios del alza proporcional a la afectación de los precios de la canasta familiar es la tendencia creciente de los precios  de insumos agrícolas, no solamente por la situación de la urea en Ucrania, el mayor productor y la despensa agroalimentaria de Europa Oriental con exportaciones al lado occidental de la Unión Europea, dominando hasta 2022 el mercado de agroinsumos, sino por la quiebra de Monómeros, empresa venezolana ubicada en Colombia por la crisis administrativa al ser expropiados sus activos al ejecutivo de Caracas entregándolo al gobierno de facto sin funciones de la oposición a cargo de Juan Guaidó. De tener una empresa eficiente que no solamente controlaba de manera pulcra y efectiva el casi 90% del mercado colombiano, tenía una fuerte responsabilidad social corporativa que durante años financió estudios de maestría y doctorado de científicos colombianos, en especial en la Universidad Nacional de Colombia, que proporcionan ideas y soluciones a la mejora de la producción agrícola, la sostenibilidad y la superación del hambre y la vulnerabilidad de poblaciones con la garantía de la soberanía y seguridad alimentarias, muchísimo antes que los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

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Con los precios altos en los combustibles debido al fin de los subsidios -en circunstancia que no se explican dada la autosuficiencia del mercado colombiano de hidrocarburos desde hace tres décadas-, al homologarse con los internacionales y no haber soluciones adecuadas a la transición energética frente a las necesidades sociales y del contexto de las infraestructuras de desarrollo económico de nuestro país que se encuentra lejos de los países desarrollados, un dólar más costoso, necesariamente hará que la situación, pese a los manejos políticos acertados de las recientes protestas sociales que se han disuelto de manera pacífica y en tiempo récord, se convierta en vísperas electorales en menos de un año y medio en una crisis social cuyas consecuencias no se pueden predecir.

Algo que está claro, es que grandes inversiones, salvo que haya una buena campaña de negociación en cuanto a inversión extranjera o préstamos multilaterales en energía y conectividad, será complejo que empresas locales realicen inversiones en fibra óptica, satélites o soluciones solares con el dólar alto. Acierto que realizó hace más de una década la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá-ETB al invertir con una moneda americana a menos de $2.500 en conectividad en fibra óptica reemplazando los viejos cableados de cobre, generando un margen de competitividad inigualable para la competencia.

Lo más preocupante de todo, es que se ve reducido el papel del Banco de la República, ya que la devaluación es la única variable que no puede controlar dentro de sus funciones y autonomía otorgada por la Constitución Política. Al 1 de noviembre, tranquiliza a los mercados la baja del día por debajo del precio de los $4.400, aunque a nivel mundial tendrá la tendencia al alza de la divisa, un equilibrio de precio permanente no afectaría el poder adquisitivo de los colombianos a final de año que es una de las etapas de mayor consumo tanto por las festividades como por las obligaciones financieras posteriores en créditos o gastos de hogar y educativos. Esto, añadiendo el factor de la discusión del salario mínimo para 2025, que junto a las reformas laborales recientemente triunfantes en el Congreso y posiblemente discutidas a fondo en el próximo semestre, será un reto tanto para las economías domésticas como para las perspectivas de generación de empleos.

Podemos concluir que el dólar como todo indicador económico y todo movimiento bursátil es sensible a los cambios políticos. Habrá que esperar el resultado electoral, y más allá, los enfoques de relaciones del nuevo gobierno de la Unión con los países latinoamericanos, en especial los que tienen gobiernos con discursos críticos a su posición dominante, entre ellos el que actualmente tiene nuestro país. Si bien, los partidos demócrata y republicano tienen una línea diplomática y de relaciones comerciales sólida e institucional, los radicalismos pueden amenazar o poner tensiones, que sin duda afectan las monedas y aceleran, o tal vez no los escenarios expuestos.

Por el bien de la economía colombiana, que el equilibrio monetario llegue en ocho días.

FUENTES

1.    ¿Qué consecuencias económicas tendrá la subida del dólar en Colombia? Asociación de Egresados de la Universidad de los Andes UNIANDINOS. Octubre 25 de 2022. Enlace virtual: https://www.uniandinos.org.co/enterate/consecuencias-economicas-tendra-la-subida-del-dolar-en-colombia (Consultado el 31 de octubre de 2024)

2.    Cómo la subida del dólar afecta el bolsillo de los colombianos. COMFAMA. Enlace virtual: https://www.comfama.com/finanzas/educacion-financiera/como-afecta-el-dolar/#:~:text=Uno%20de%20los%20servicios%20m%C3%A1s,la%20misma%20cantidad%20de%20d%C3%B3lares  (Consultado el 31 de octubre de 2024)

3.    ¿Por qué el dólar ha alcanzado precios tan altos en Colombia? Portafolio. 29 de octubre de 2024. Enlace virtual: https://www.portafolio.co/economia/finanzas/por-que-el-dolar-ha-alcanzado-precios-tan-altos-en-colombia-616461 (Consultado  el 31 de octubre de 2024)

  1. El dólar rompió nuevo máximo en el año tras dudas previas a las elecciones de EE.UU. La República. 30 de octubre de 2024. Enlace virtual: https://www.larepublica.co/finanzas/precios-del-dolar-y-el-petroleo-30-de-octubre-2024-3987840 (Consultado el 31 de octubre de 2024)