YA VAN 15 ¿CUÁNTOS FALTAN?

Por: Juan Pablo Manjarres Varón

Esta semana nos sorprendió, nos dejó ver una cara de Colombia la cual parecía estar apagada y que no debió despertar. El asesinato de jóvenes ha sido uno de los temas más sonados y es que no puede ser para menos, pero se debe salir del tweet y exigir respuestas, por lo menos para sus familias. Es el colmo lo que está sucediendo y no podemos permitir que siga siendo así.

Ya son más de 15 los jóvenes asesinados la semana pasada, un escenario que sí o sí nos debe preocupar, aunque haya gente que diga “Pero es que solamente son quince” pana, es que así sea uno, es preocupante. Preocupa saber que no contaremos con el potencial de un joven que seguramente tenía un futuro gigante.

No podemos pensar ni creer que esto es un tema el cual debemos dejar pasar y que mejorará sólo, porque o sino seguirán matando y nosotros no pararemos de ser unos ciegos útiles. Analicemos uno a uno los hechos, démonos cuenta de lo podrido que está el país y de lo poco o mucho que estamos haciendo para arreglarlo.

Los primeros hechos tuvieron cabida en los límites del Cauca y Nariño cuando un niño y un adolescente se dirigían a entregar un trabajo de su escuela y fueron atacados por un grupo de paramilitares. Los pelados estaban cumpliendo con sus deberes, llevando a tiempo sus trabajos del colegio y llegaron unos desgraciados a quitarles lo más importante, su vida.  Sus ganas de salir adelante, es fácil no sentir conmoción porque nosotros estamos casi en cuna de oro, no sentimos el dolor ajeno, pero solo basta tener un poco de empatía para saber que este acto es reprochable y condenable.

Luego, la intolerancia se toma Sincelejo dando como resultado la amputación del brazo a un menor de edad por ser miembro de la comunidad LGBTIQ+, este hecho nos mostró de lo mucho que hay que trabajar en cuanto a inclusión de trata.

Tercer caso, muerte de 5 caleños por motivos que aún no se conocen. Siguiendo con el temor que se arraiga al hecho de ser joven, es jodido que ya no se pueda ser nada en este país, porque o sino lo matan. Vaya martirio. Cuarto y esperemos que sea el último hecho, masacre de 9 pelados universitarios en Samaniego, Nariño. Dando fin a una semana desastrosa que causó temor y conciencia.

Nos están matando, nos están callando. No dejaremos que nos arrebaten lo más sagrado… La vida, necesitamos estar más vivos que nunca para poder demostrar que los jóvenes valemos; es hora de despertar y decir ¡No más! No creamos que se va a solucionar de la noche a la mañana. Empoderémonos y crezcamos juntos de la mano, de la mano de la justicia y la honestidad.

¿Necesitamos más muertes para hacer algo? Creo que no.