Por: Mariano Martínez Ospina

Colombia tuvo uno de los peores años en su historia reciente en cifras de ventas en el sector de construcción el pasado 2023; no se puede negar que hubo un incremento del arrendamiento de casas y apartamentos, pese a las reducciones de ventas de soluciones de viviendas tipo VIS y No VIS. Mientras que desde el Gobierno Nacional se culpa a las instituciones financieras de un presunto desinterés en crear nuevas líneas de créditos especiales para vivienda o en tasas preferenciales a los ciudadanos.

Uno de los factores sin duda que ha generado esta polémica, es el impacto en el sector inmobiliario y de construcción de vivienda dentro del PIB, que sumado a la decadencia del 0.6 %, promovido por coyunturas internas e internacionales en las exportaciones de materias primas, hidrocarburos y otros productos minero-energéticos que han sido por años las principales exportaciones del país.

En este sentido, el panorama para la economía nacional suena catastrófico y casi apocalíptico, como lo narra el análisis Camilo Sánchez para El País:

“Colombia redujo hasta un anémico 0,6% anual su crecimiento del PIB en 2023. El país escapó, por muy poco, de la recesión. Pero la economía está lejos de despegar. Algunos indicadores denotan signos de parálisis. Y de estar navegando a través de un ciclo de debilidad evidente para revertir la situación este año. El más preocupante de ellos, según datos presentados por el Departamento Nacional de Estadística (DANE) y diversos análisis, está relacionado con la vertiginosa descolgada de -24,8% en la inversión.

Se trata de un retroceso que no es del todo sorpresivo, pero deja huella en la confianza de los inversores y consumidores. De hecho, el informe mensual del centro de pensamiento Fedesarrollo comparaba en enero la contracción en inversión pública con los niveles previos a la pandemia y situaba el desfase en -33,9%. Una realidad para la cual no hay explicaciones simples. Más si se tiene en cuenta que en 2021 y 2022 las tasas fueron del 7% y 11% de aumento, respectivamente. Algunas claves, sin embargo, se hallan en el maltrecho comportamiento de la construcción de viviendas y otras obras civiles que, sumadas, descendieron -6,1%”.

Los hechos señalan la caída sin precedentes en la etapa postpandemia de la venta de vivienda, con mayores cifras en 2023, pese a que una de las estrategias del Gobierno Nacional bajo la administración de Iván Duque fue promover el sector de la construcción de infraestructura y vivienda como promotor de empleo masivo para las clases sociales vulnerables y para la reconstrucción de la cadena comercial de valor entre el sector financiero y el consumo con la necesidad de nuevas viviendas, pero también para la promoción del sector como primera opción para inversionistas de alto nivel para generar ingreso de capitales al país.

Las cifras exactas de dicha caída son señaladas por Las 2 Orillas:

“Entre octubre de 2021 y septiembre de 2022, se vendieron 258.015 viviendas, se iniciaron 191.164 y se lanzaron 238.664, de acuerdo con Camacol.

Para el periodo comprendido entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, las cifras de Camacol muestran que estas cifras se redujeron.

En el mercado de vivienda en Colombia se vendieron 146.283 unidades —una reducción de 43% frente al acumulado del año anterior—, se iniciaron 159.837 —una disminución de 16%— y los lanzamientos cayeron 43%, al ubicarse en 135.849.

Al poner la lupa en los resultados de septiembre de 2023, se tiene que la venta de vivienda cayó 49,2% frente al mismo mes del 2022, al pasar de 146.283 unidades a 99.501.

Según lo publicado por el gremio, esta disminución ha sido explicada principalmente por la caída en la venta de VIS, que en septiembre de 2023 se redujo en 46,8% frente al mismo mes del año pasado.

Sin embargo, a las viviendas no VIS tampoco les ha ido bien, pues las ventas se redujeron un 34,3%”.

No en vano esto hizo que los gremios y grandes empresas líderes en la construcción realizaran estrategias de la mano de los gobiernos locales y entidades internacionales para esfuerzos, como, por ejemplo, la llegada al país del evento SmartCities 2024 que por primera vez se celebraba en una ciudad latinoamericana, todo dentro del marco de Expoconstrucción 2024 en Corferias, que hasta el año pasado tuvo un carácter netamente gremial y corporativo, dado que en el segundo semestre se realizaba la Feria Inmobiliaria, que si se enfocaba en la venta directa de proyectos al público en general. Es decir, que la situación del mercado presionó al cambio de enfoque para acelerar las ofertas y promociones de ventas.

Sin duda alguna, el principal motor de la industria es la Vivienda de Interés Social-VIS y su componente de Vivienda de Interés Prioritario-VIP, que, al tener un componente de subsidio gubernamental a nivel nacional o regional, es un ingreso fijo para la financiación de los proyectos, y en razón a que son altos volúmenes de soluciones -que, por lo general, se concentran en propiedad horizontal- se genera una compensación casi que segura de la inversión realizada.

En la segunda parte, explicaremos los argumentos de la ministra de Vivienda Catalina Velasco y sobre quién tiene la razón en una coyuntura tan importante para el país.

FUENTES

1. El País. Las ventas de vivienda en Colombia se despeñan en un 45% en 2023. 25 de enero de 2024. Enlace virtual: Las ventas de vivienda en Colombia se despeñan en un 45% en 2023 | EL PAÍS América Colombia (elpais.com)

2. Las 2 Orillas. La vivienda en Colombia está en crisis: ¿Por qué cada vez se compran menos casas?. 18 de noviembre de 2023. Enlace virtual: La vivienda en Colombia está en crisis: ¿Por qué cada vez se compran menos casas? (las2orillas.co)