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Opinión

Turismo: ¿el nuevo petróleo?: Parte 2

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Por: Mariano Martínez Ospina

Sin duda existe un doble compromiso en Colombia: cuidar nuestra naturaleza y avanzar hacia un desarrollo competitivo que permita mejorar la calidad de vida de la población. En la economía sostenible estamos de acuerdo todos, la pregunta es: ¿lo que plantea el Gobierno Nacional para lograrlo desde el sector turismo es sensato y realista?

En primera medida hay que observar el texto de la última versión del Plan Sectorial de Turismo 2022-2026-PST publicado en conjunto por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo-MINCIT y el Departamento de Planeación Nacional-DNP. Un documento muy profesional y bien argumentado, como el trabajo de la mayoría de los funcionarios del Grupo Bicentenario -que abarca las entidades que cumplen funciones de financiamiento de proyectos o banca de tercer nivel-. Incluso los críticos más acérrimos del Gobierno Nacional, elogian la capacidad técnica de esta cartera, como lo mejor junto a Educación en cuanto a seriedad técnica, conocimiento y profesionalismo.

Por esta razón, el análisis, aunque tenga una intencionalidad y enfoque crítico, debe reconocer esa capacidad técnica. Y por esta razón, debemos comenzar por los argumentos más relevantes y sus puntos débiles.

GENERACIÓN DE EMPLEOS Y AUMENTO DEL TURISMO INTERNACIONAL

Según las Metas e Indicadores del PST 2022-2026 el objetivo durante el cuatrienio es lograr que visiten el país 7.5 millones de turistas, tal cual lo explica el indicador de dicha cifra, esto es la suma de extranjeros no residentes en el país, colombianos residentes en el exterior y personas que se encuentran en los cruceros y pasen por las ciudades de nuestras costas. Sobre esto, el profesor Andrés Camacho Murillo, de la Facultad de Economía de la Universidad Externado expone en la prestigiosa revista académica digital Razón Pública:

“Meta poco realista: En 2019, Colombia alcanzó su máximo histórico de visitantes extranjeros no residentes: 2,9 millones, según estadísticas del Centro de Información Turística. Esta cifra excluye a los visitantes extranjeros que vienen en cruceros, a extranjeros que residen en Colombia y a los transeúntes de las zonas de integración fronteriza.

En 2021, Colombia acogió apenas a 1,03 millones de visitantes extranjeros: 36 % de lo que recibimos en 2019.

Vayamos por partes y supongamos que:

■      la meta del presidente Petro se divide en su periodo de 4 años;

■      comienza con el potencial acumulado de visitantes que tendremos hasta agosto de 2022: 1,6 millones de turistas.

Bajo estos parámetros, Petro se comprometería a que, entre septiembre de 2022 y agosto de 2026, llegue el 900 % de la cantidad habitual de turistas. En otros términos, un crecimiento compuesto sostenido del 77 % por año durante su periodo presidencial.

Considerando las cifras históricas desde la apertura económica, esta meta es difícil de conseguir: los años con los mayores crecimientos de turistas en Colombia nunca han superado el 26 %.

Ahora imaginemos un 77 % de crecimiento compuesto por año. La verdad es que tardaríamos 22 años para llegar a 16 millones de turistas si, desde septiembre de 2022, el número de visitantes extranjeros no residentes en Colombia aumenta a un ritmo del 11 % (el porcentaje promedio de crecimiento en los últimos 10 años)”.

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Al respecto de este análisis, el autor citado realiza una contra propuesta de mejora de los aspectos claves para que siga habiendo un crecimiento exponencial del turismo colombiano. Podemos ver que en 2019 fue el año más alto de turismo internacional hasta el presente. ¿Qué nos rezagó? Una combinación entre la pandemia de COVID-19 de 2020, diversas situaciones financieras, así como el crecimiento de otros destinos turísticos de la región directamente competidores cómo República Dominicana, Perú y México -pese a que ha aumentado sus controles migratorios de una manera muy estricta, cerró el año 2023 con una cifra histórica de 52 millones de turistas-.

Para poder reemplazar las regalías de las exportaciones por hidrocarburos y minería tendríamos que tener una cifra continua de más de 10 millones de turistas al año -y eso incluiría una dinámica para fomentar el turismo interno del país, cosa que será más difícil debido a la situación de inflación, choque de precios por el aumento del salario mínimo, baja del precio del dólar; lo que será complicado, ya que en tiempos de crisis las familias y personas recortan los gastos que consideran no vitales, y entre esos, están las actividades de recreación y el turismo-.

SEGURIDAD E INFRAESTRUCTURA LA CLAVE PARA EL TURISMO

¿Y cuál es la contrapropuesta sobre este punto? El profesor Camacho expone puntos evidentes como el indiscutible mejoramiento de la seguridad urbana y rural -que difiriendo del profesor Camacho no es una percepción, es una realidad latente en cualquier rincón del país, que crece lamentablemente de manera exponencial en la opinión pública, la infraestructura vial, de comunicaciones, otras que no son tan obvias, pero que son vitales:

“En los próximos años, la llegada de viajeros internacionales a Colombia dependerá de varios factores que inciden sobre la calidad y precio del servicio. Por el lado de la demanda, sería necesario:

■      Hacer más competitivo el turismo, en comparación con los países de la región, sin que necesariamente haya que depreciar el tipo de cambio nominal.

■      Ofrecer un costo más competitivo de transporte aéreo, lo cual dependerá del precio del petróleo y de una mayor oferta de vuelos internacionales.

■      Reducir el riesgo de seguridad percibido. Esto seguirá dependiendo de la violencia políticamente motivada; pero ni los turistas ni a la infraestructura turística son el objetivo principal de los criminales en un gran porcentaje de los casos. Las nacientes conversaciones con el ELN prometen ser importantes para mejorar la confianza del turista internacional. Lo mismo ocurre con la ejecución del acuerdo de paz con las FARC.

■      Aumentar el comercio exterior colombiano, que atraería a turistas que además vengan por negocios y compromisos profesionales; después del ocio y la recreación, este motivo es el que más atrae turistas a Colombia.”

Desde la infraestructura y el medio ambiente hay que resaltar los siguientes puntos a mejorar expuestos por el autor citado:

“También hay factores de oferta —como la infraestructura— fundamentales para aumentar el turismo receptor:

■      Ampliar la cobertura en telecomunicaciones, para que los extranjeros puedan comunicarse desde cualquier lugar de Colombia.

■      Mejorar las vías secundarias y terciarias que conectan cabeceras municipales y zonas rurales, para que los viajes sean rápidos y seguros.

■      Dedicar más personal de la administración municipal y departamental a monitorear las buenas prácticas empresariales de restaurantes, servicios de acomodación y servicios de planes turísticos. Esto incluye orientar mejor a los turistas sobre sus derechos como consumidores, para evitar cobros excesivos.

■      Capacitar mejor acerca del turismo a la fuerza pública, para que apoyen a los turistas y eviten problemas de seguridad física.

■      Construir o mejorar más aeropuertos regionales para que reciban vuelos internacionales. Con datos de junio de 2022, la Aeronáutica Civil confirmó en el informe de Centro de Información Turística la debilidad de los aeropuertos regionales: 65,5 % de los pasajeros de vuelos internacionales llegan al aeropuerto El Dorado de Bogotá; lo sigue el aeropuerto José María Córdova —de Rionegro—, que solo recibe un 17 %.”

COHERENCIA AMBIENTAL: UN NUEVO RETO PARA EL TURISMO

Podemos resaltar que dentro del documento PST 2022-2026, en su marco legal, el fomento del turismo ambiental y sostenible en sus diferentes facetas: “Promoción del ecoturismo, etnoturismo, agroturismo, acuaturismo, turismo metropolitano (Ley 300 de 1996) y de salud (Ley 2068 de 2020): En cumplimento de las disposiciones legales, el Plan Sectorial de Turismo debe contener aspectos y elementos relacionados para estas tipologías específicas asociadas al turismo de naturaleza, cultural y de bienestar, considerando las vocaciones del país y de las regiones, así como los avances en competitividad y promoción de estos productos especializados en coordinación con el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible”.

No obstante, para generar la meta de los 215.000 empleos directos derivados de estos nuevos enfoques del turismo es necesario que el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS:

“Siguiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Gobierno nacional puede aportar a otros factores de oferta decisivos para la economía turística:

■      Formalizar a los trabajadores del sector mediante incentivos tributarios y el acompañamiento a empresarios.

■      Emplear a más mujeres y jóvenes de las regiones del país en actividades que faciliten el turismo sostenible: mantenimiento de parques naturales y playas, mantenimiento de monumentos y atracciones públicas visitadas por turistas, etc.

■      Mantener las exenciones o reducciones de IVA creadas en la pandemia para las industrias del sector.

■      Estimular la inversión extranjera, especialmente en regiones rezagadas económica y socialmente”.

Por ahora, las lecciones de economía y turismo, las dejamos para la cobertura de ANATO 2023, a finales de este recientemente iniciado y soleado febrero.

FUENTES

  1. Razón Pública. “Turismo para reemplazar el petróleo, una meta lejana”-9 de octubre de 2022. Enlace virtual: https://razonpublica.com/turismo-reemplazar-petroleo-una-meta-lejana/
  2. Razón Pública. “La apuesta del gobierno por una economía más turística”-12 de marzo de 2023. Enlace virtual: https://razonpublica.com/la-apuesta-del-gobierno-una-economia-mas-turistica/
  3. Ministerio de Comercio, Industria y Turismo-MINCIT. “Turismo en armonía con la Vida”-Plan Sectorial de Turismo 2022-2026. Enlace virtual: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/portalDNP/PND-2023/05022023_Plan_Sectorial_Turismo.pdf