domingo, 28 de septiembre de 2025 10:38

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Opinión

¿Magia para solucionar la escasez de agua en Ibagué?

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Por Heryk Farfán

Al mejor estilo de Claudia López; la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, aseguró que “quisiera tener una varita mágica” para solucionar el desabastecimiento de agua potable en la ciudad, afirmando que esta problemática se debe a la sequía, sin embargo, aquí la gran paradoja no es la falta de agua, sino, al parecer la mala gestión.

Según el Banco Mundial, Colombia es el tercer país con más agua en el mundo, y según The World Factbook, de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos; Colombia es el sexto país con mayores reservas de agua dulce, siendo de este top 6, el país de menor extensión, detrás de Brasil, Rusia, Canadá, Estados Unidos y China.

Entre tanto, Ibagué cuenta con una gran cantidad de fuentes hídricas en sus zonas rurales, que abastecen los ríos Combeima, Chipalo, Coello, Alvarado y Opia; y podría tener la capacidad en abundancia para abastecer a la ciudad, pero la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (Ibal), solo realiza la captación en las bocatomas Combeima, Cay, y Chembe, a pesar de que hace más de 30 años se viene proponiendo la construcción de la bocatoma Cocora como parte del acueducto complementario para Ibagué, que es una especie de elefante blanco, y un caballito de batalla en épocas de campaña.

Precisamente, en 2009 durante la alcaldía de Jesús María Botero, el entonces gerente del Ibal, José Alberto Girón, compró los tubos de cemento que duraron abandonados por casi una década, y en 2015, sirvieron para el lanzamiento de campaña del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, quien curiosamente volvió a nombrar a Girón como gerente, para luego ser este, el candidato a la Alcaldía bajo la bendición de Jaramillo.

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Yo magia no puedo hacer, encontré a la ciudad con un problema gigante de agua potable”, fue una de las frases que lanzó la alcaldesa Johana Aranda, el pasado lunes 26 de febrero, frente a la comunidad inconforme de Arboleda Campestre, malestar que también se siente en el resto de la Comuna 9, quienes han anunciado nuevas manifestaciones ¿Pero esta problemática cómo podría ser un tema desconocido para la alcaldesa, cuando ella trabajó cerca de 23 años en el Ibal?

Con respecto a las fuentes hídricas, y ante un reciente pronunciamiento público de la mandataria local; la directora General de Cortolima, Olga Lucía Alfonso, afirmó que últimamente el Ibal no ha presentado solicitudes para obtener la captación de la quebrada Corazón, en el Cañón del Combeima, la cual podría complementar los caudales del río Combeima y la quebrada Cay.

Pero hagamos cuentas vagas, se considera que, en promedio una persona gasta al día 136 litros de agua, y en Ibagué se cuenta con cerca de 600 mil habitantes; es decir que estaríamos consumiendo 81.600 metros cúbicos (m3) de agua al día en promedio. Según el Ibal, en 2018 se estaban captando 2.3 (m3) por segundo, es decir, 200.448 (m3) al día, y se adelantaban varios proyectos para ampliar la captación a 3.4 (m3) por segundo, lo que se traduce en agua de sobra para las necesidades básicas de los ciudadanos.

A lo anterior se suma, que la ciudad cuenta con 35 acueductos comunitarios que tendrían un importante impacto en las comunas 1, 6, 7, 11, 12 y 13; adicional están los 48 acueductos comunitarios rurales. Recordemos que el agua y el saneamiento básico son derechos fundamentales, y el Estado debe garantizar el consumo mínimo vital. Además, para el sector de la industria, algunos cuentan con fuentes directas de captación y abastecimiento.

Pero todo esto ocurre, mientras se agudiza la escasez de agua potable en Ibagué, aún más con la implementación del plan semáforo, o “Regulación Sectorial” como la Alcaldía lo ha bautizado, para suministrar agua de forma sectorizada, y en horarios específicos.

Y sí, hay otro tema, y es la mala planeación urbana y el aumento poblacional en las zonas de expansión aprobadas en los Planes de Ordenamiento Territorial, como también las disponibilidades hidrosanitarias que ha entregado el Ibal a los nuevos proyectos de vivienda y construcciones en esas zonas; pero si supuestamente, el Ibal estaría otorgando los permisos porque hay agua potable para abastecer ¿Entonces, por qué no está llegando el agua y la comunidad está con escasez?

Como afirmó la alcaldesa: “Cuando estaban ustedes ahorita proclamando, con todo el derecho, me sentía como cuando estaban apedreando a aquella mujer de la biblia”, “Es fácil uno dar látigo, y difícil proponer”. Entonces mandataria, realice una Política Pública que articule el acceso al agua por parte de los acueductos de Ibagué, que garantice la cobertura y la calidad en el servicio, ya que este es un punto muy importante para verificar; además, que se analice el manejo de las aguas residuales, tema que puede ser motivo de otra columna.

Y como le gustan las frases de Claudia López: “trabaje juiciosa”, identifique con el Ibal cuales son las fallas, que muy seguramente, no solo son las fugas en el agua potable, y proponga soluciones prontas y reales, que por amor a Dios no desabastezcan a la ciudad por zonas y horas, pero que sí garanticen un servicio óptimo.