Opinión
LA FUERZA DE LA RESILIENCIA OPACA LA INMORALIDAD
Por: Mauricio Gutiérrez
Los actos, de realizar señalamientos y juicios fuera de la realidad, dañan la sana democracia.
Nuestro Tolima grande, siempre se ha caracterizado, por tener personas, trabajadoras, hombres y mujeres pujantes, llenos de resiliencia, optimismo y perseverancia. Pero también tenemos la infortuna presencia, de personas, que carecen de objetividad y que no viven en nuestra realidad.
Algunos cuestionan el buen trabajado desarrollado, por el buen hombre, que le ha dedicado toda su vida, a servirle a los Tolimenses, al hombre que poco duerme y mucho madruga, para que el tiempo le rinda, para realizar más acciones en beneficio y desarrollo de nuestra región, al hombre quien, en sus dos mandatos como gobernador, tuvo una vida social muy ajena, para estar entregado las 24 horas del día a desarrollar una verdadera función de servicio por el departamento del Tolima, al hombre que es cercano y ha llevado soluciones a todos los rincones de la región, al hombre que nos enseña cada día a tener un buen respeto y cercanía con la gente, al hombre del cañón, que le da valor a la palabra, para que esa palabra sea la transformación del hacer. Ese hombre es Oscar Barreto Quiroga
Esos mismos que se atreven a cuestionar al hombre del hacer, son los que son ciegos y sordos al desarrollo que ha tenido y viene teniendo nuestra región, son aquellos que tienen una vida llena de odios y frustraciones. Es oportuno traer el aparte de la columna del 22 de noviembre de 2020, dijo; “…La mentira tiene poder, tiene escenario claro que sí, pero es la verdad, el instrumento correcto, la fuerza de la razón que genera una relación poderosa entre lo que es, lo que debe ser y lo que debe hacerse. Los escenarios para que una y otra se desarrollen tal vez son iguales, lo que la hace diferencia es la conciencia, de quien la porta y la comporta, es decir la decisión del lobo que se decide alimentar, el aporte que se quiere hacer a la sociedad y la cosecha que se quiere recoger…”, de igual forma en columna del 29 de noviembre de 2020, resalto; “… La mentira, se combate con verdad, con control social, sin miedo, con la entereza del conocimiento ciudadano que impulsa a reclamar derechos, pero también a cumplir deberes, más allá de los intereses individuales, es decir una ciudadanía moderna, que piense en colectivo, en equidad, en el medio ambiente, en la disciplina, el trabajo y el hacer, para mejorar la sociedad y el mundo en el que vivimos…” así mismo, en columna del 14 de febrero de 2021, del Líder del Equipo del Hacer, Oscar Barreto Quiroga, donde menciono; “… Los mediocres gastan su tiempo tratando de destruir personas y triunfos, son cortos en visión, propuestas y hechos. Lo mejor para los capaces es no detenerse, ni sucumbir ante la crítica, sino invertir el tiempo en construir, en hacer…”
En ese sentido es nuestro deber moral, tener bases de respeto y de objetividad, de no realizar señalamientos contrarios a la verdad, puesto que, en ese control social, en ese cumplimiento de nuestros deberes, está en respetar la democracia, las leyes y todo lo que nos conlleva. Recordemos que la fuerza de los hechos, es la fuerza del hacer, es la transformación por el continuo progreso de nuestra región.
Exhorto a que, le recordemos y a que denunciemos, a los sujetos que, a diario, realizan imputaciones deshonrosas e imputaciones falsas, de una conducta típica; lo estipulado en el capítulo único, del título V, de la Ley 599 de 2000. Para que no sean actores, con factores, que puedan perjudicar nuestra democracia.