“Difícil encontrar algún gremio que apoye o esté de acuerdo con el 23% de incremento. Países desarrollados lo han hecho con efectos colaterales distintos”, dijo el reconocido periodista.

Siguen las reacciones en el país por el decreto que fijó un importante aumento del salario mínimo para 2026. El periodista Julio Sánchez Cristo, director de La W Radio, generó un intenso debate al publicar en X su escepticismo sobre el incremento, que deja el smmlv en un valor de $1.750.905 mensuales, más un auxilio de transporte de $249.095, alcanzando un total de $2.000.000.

Sánchez Cristo destacó que «es difícil encontrar algún gremio que apoye o esté de acuerdo con el 23%», y advirtió sobre un posible «efecto boomerang» en inflación y desempleo, comparando experiencias internacionales con resultados mixtos en países desarrollados y populistas.

Es de recordar que el presidente Gustavo Petro anunció el incremento del 23,7% vía decreto tras el fracaso de la concertación tripartita, defendiendo la medida como el inicio de un «salario mínimo vital» inspirado en recomendaciones de la OIT para garantizar un nivel de vida digno.

El mandatario argumentó que el ajuste recupera poder adquisitivo y reduce desigualdades, con un aumento real del 18,7% tras descontar inflación.

Las centrales obreras, como la CUT, celebraron el anuncio como un avance histórico. Su presidente, Fabio Arias, declaró en Caracol Radio que «nunca un gobernante se había atrevido a un incremento de esta magnitud», superando incluso su propuesta inicial del 16%.

En contraste, los gremios empresariales expresaron fuerte rechazo. La ANDI, según Portafolio y El País, advirtió que el aumento genera «grandes riesgos» para inflación, empleo formal y finanzas públicas.

Fenalco, citado en Infobae y Caracol Radio, lo calificó de «irresponsable y populista», alertando sobre mayor informalidad y una «farsa» en la mesa de negociación.

Analistas como José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda, propusieron en Infobae demandar el decreto ante el Consejo de Estado, recordando un precedente de 2016.

La oposición política también criticó la decisión. La senadora María Fernanda Cabal comparó la medida con políticas de Hugo Chávez en Venezuela, afirmando que «Petro va por el mismo camino: populismo que genera inflación, desempleo y pobreza».

Otros, como Enrique Peñalosa en W Radio, la tildaron de «engaño irresponsable» que encarecerá la vida y provocará despidos.

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Ejemplos internacionales: Impactos mixtos en aumentos significativos
Experiencias en países desarrollados muestran resultados variados. En Estados Unidos, estudios citados en análisis de SciELO indican que incrementos estatales como en California redujeron pobreza sin grandes pérdidas de empleo, aunque con posibles efectos en precios (aumento de 0,4-0,9% por cada 10% salarial).

En Alemania, la introducción del salario mínimo en 2015 mejoró bienestar sin impacto significativo en desempleo, según revisiones de la OIT y BBC Mundo.

En contextos latinoamericanos con gobiernos populistas, los outcomes han sido controvertidos. En Venezuela, aumentos agresivos bajo Chávez impulsaron consumo inicial, pero contribuyeron a hiperinflación y desempleo masivo a largo plazo, como reportado en comparaciones de Infobae.

En Brasil durante eras de Lula, incrementos graduales ayudaron a reducir pobreza, pero requirieron controles fiscales para evitar inflación descontrolada, según estudios de SciELO.

México ha aplicado alzas del 20-30% en zonas fronterizas con efectos positivos en consumo, pero mixtos en empleo formal, de acuerdo con análisis regionales.

En Colombia, el incremento acumulado supera el 40% en el gobierno actual, en un contexto de inflación pegajosa alrededor del 5% y desempleo bajo histórico, pero con alertas de gremios y analistas sobre presiones futuras en costos laborales y competitividad, como detallan Portafolio y El País.