Conozca la historia del ingeniero industrial que maneja la fabricación y producción del aguardiente de los tolimenses.

En las entrañas de la Fábrica de Licores del Tolima, donde cada gota de licor destilada demuestra el esfuerzo y la pasión de sus trabajadores, surge la historia del ingeniero Jhon Jairo Uribe Botero, un hombre cuya vida ha sido moldeada en los últimos 31 años por el compromiso y el amor puesto en la FLT.

La labor que ha ejercido en la empresa tolimense durante más de tres décadas, ha permitido que hoy, sea el subgerente de Producción y una pieza fundamental para la licorera.

“La Fábrica no solo ha sido un lugar de trabajo, sino una base para mi vida, que me ha permitido en estos momentos decir con orgullo que si hoy me llegara a morir, he podido dejar una huella en una sociedad”, indicó Jhon.

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Además, entre el aroma de los anises que se mezclan para crear el tradicional aguardiente Tapa Roja, la FLT le dio un regalo que hoy atesora fielmente y es el amor de su vida que encontró mientras ayudaba a crear las bebidas que todos han disfrutado. Fue allí donde el destino lo puso al lado de Nubia, su ‘negrita’, como él la llama con cariño y su compañera de vida, cuyos corazones se unieron en un solo latir, logrando que forjaran un hogar sólido, lleno de amor, que hoy tiene dos jóvenes docentes de música como fruto.

Su historia, es solo unos de los testimonios de vida y de crecimiento que tiene la Fábrica de Licores del Tolima en el casi siglo que lleva acompañando las celebraciones de propios y visitantes de la tierra musical, demostrando su importancia en el desarrollo de la región, gracias a que cada copa de sus licores aportan importantes recursos a la salud, el deporte y la educación de la región.