Colaboradores dieron a conocer condiciones insalubres, enfermedades cutáneas y un ambiente de trabajo hostil, mientras señalan que la dirección de la obra al parecer minimiza los riesgos y evade responsabilidades.

A pesar de haberse presentado como un proyecto moderno y eficiente, la obra Hábitat 103, ubicada en la calle 103 de Ibagué, enfrenta hoy fuertes cuestionamientos por posibles fallas sanitarias, condiciones de salubridad precarias y una preocupante falta de liderazgo en su gestión.

Desde marzo de este año, trabajadores han reportado persistentes malos olores en las torres en construcción. Una inspección reveló la ausencia de unidades sanitarias adecuadas, lo que llevó a la instalación de un sistema de fosas sépticas. Sin embargo, lejos de solucionar la crisis, esta medida ha generado nuevos riesgos. El tanque de reserva de agua habría sido instalado en un nivel insuficiente para abastecer correctamente los baños, agotándose en menos de 20 días. Desde entonces, los sanitarios permanecen inhabilitados.

“A los baños ya no se puede ni acercar, el olor es nauseabundo. Con el calor que hace en esta zona es imposible. Es precaria la situación que tenemos que soportar a diario por la negligencia de la residente SST”, denunció un colaborador de la obra que pidió mantener su identidad en reserva por temor a represalias.

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Durante una reciente visita técnica en el marco del programa de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), el director de obra, Miguel García, habría culpado a los propios trabajadores por los olores, el denunciante aseveró que García los culpó por la problemática, al señalar que «la obra estaría mejor sin ellos». Estas declaraciones han sido calificadas como ofensivas e irresponsables por los empleados.

Además, las lluvias han agravado la situación: los fosos de los ascensores se han llenado de aguas estancadas mezcladas con residuos, lo que ha llevado a algunos trabajadores a utilizar este líquido contaminado para intentar mantener algo de higiene, provocando brotes en la piel, intoxicaciones y riesgo de enfermedades laborales.

Por otra parte, la residente de SST, Paola Perdomo, fue señalada por los denunciantes, por su aparente actitud hostil y falta de acción. Según los testimonios, Perdomo ya había tenido conflictos similares en la obra Hábitat Infinity, de la cual fue retirada. “Los directivos se enfocan únicamente en el avance de la obra, sin considerar la salud ni las condiciones humanas en las que trabajamos”, agrega otra persona que también pidió no mencionarla.

Ante estos hechos, los trabajadores hacen un llamado urgente a los entes de control como la Secretaría de Salud, la ARL correspondiente y la Oficina de Inspección Laboral, para que se intervenga de inmediato y se garantice el respeto a los derechos fundamentales y a las condiciones mínimas de seguridad e higiene.