Por: Edwin Ramírez

Se volvió normal para la época de las campañas políticas, desprestigiar los partidos políticos, movimientos o grupos de presión, olvidando las propuestas que le interesan al país, departamento y a la ciudad.

Así, ante un discurso monopolizado y con hostilidad partidista o personalista, traspasó a la política digital caracterizándose por un discurso de odio, con unas características muy similares a la retórica del odio tradicional (ideológico); generando enfrentamientos entre colectivos, ganando legitimidad frente a su electorado imaginario, donde se anteponen dos visiones distintas: una son los antagonistas y otros supuestamente los héroes.

Es evidente que la estrategia del gallo nuevo, quiere mandar en el gallinero basado en la estrategia del odio, olvidando las propuestas que tanto necesita el departamento del Tolima o la ciudad de Ibagué.

Le puede interesar: En defensa de la Alcaldesa Johana Aranda: respuesta respetuosa a la columna del concejal Joseph González

En ese orden ideas, el gallo nuevo tuvo la oportunidad de direccionar a la ciudad dejando muchas cosas inconclusas, dejando un manto de dudas, tanto que hoy la mandataria debe cargar eso a sus espaldas, por ejemplo, el no cumplimento de más de 400 acciones populares, una de ellas como es el del Hato de la Virgen que es la recuperación de la quebrada, que está en total abandono, la malla vial destruida, sin tener en cuenta la tubería que está obsoleta sin que el IBAL a la fecha no dé soluciones a fondo.

Es de recordar el libro El Contrato Social, donde el autor se centra que el pueblo o ciudadanos cedieran sus derechos para que el Estado se los garantizara; como, por ejemplo: trabajo, salud, seguridad y etc. Es claro que son vulnerados diariamente.

Por eso, la política no tiene legitimidad frente a los ciudadanos, no queremos discursos de odios, los ibaguereños queremos soluciones para que algún día nos parezcamos como las ciudades de China que tanto sueña la mandataria.

Hay mucho por hacer y mucho por mejorar, pero algo que estamos seguros: NO queremos más discursos de odios, queremos soluciones ya.