La fractura de la colectividad roja en el Tolima ya no es un secreto: es un escándalo a la vista de todos.

En plena campaña para las elecciones atípicas de Alcaldía en Melgar el próximo 17 de agosto, dos de las figuras más representativas del liberalismo en el Tolima, la congresista Olga Beatriz González y el exsenador Mauricio Jaramillo, tomaron caminos opuestos y confirmaron que la división es total.

Mientras Olga B. hace campaña sin tapujos por Gentil Gómez Oliveros, Jaramillo fue visto en una reunión política de las bases liberales con Francisco ‘Pacho’ Bermúdez, candidato por el Partido de la U, en lo que muchos ya interpretan como un apoyo implícito a su aspiración.

La pelea no es nueva, pero esta vez se libra a cielo abierto y en un municipio clave, lo que deja al Partido Liberal en una posición incómoda: dos líderes, dos candidatos, cero unidad, de la que tambien a confirmado el diputado Carlos Reyes, debido a la inconformidad que existe por el aval que le entregó a Oliveros la dirección nacional de la colectividad roja.

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La falta de coherencia en el partido, no solo desdibuja el mensaje político ante la ciudadanía, sino que puede terminar facilitando el triunfo de otros sectores que sí han logrado consolidar sus apoyos.

Mientras tanto, en Melgar, los liberales de base observan cómo sus dirigentes prefieren la confrontación personal antes que la estrategia colectiva. El daño ya está hecho a la espera de lo que suceda electoralmente en uno de los municipios que electoralmente es muy apetecido por las fuerzas políticas del departamento, de cara a las próximas elecciones legislativas de 2026.