La conflagración fue atendida por la Fuerza Aeroespacial Colombiana, a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, esfuerzo con el que se pudo poner fin a las llamas.

Durante dos días, tripulaciones de los helicópteros Bell-212 y Huey-II del Comando Aéreo de Combate No.4, esparcieron sobre las llamas un total de 3.420 galones de agua, mezclados con 21 galones de líquido retardante, apoyando así la labor en tierra realizada por el Cuerpo de Bomberos, Defensa Civil y Cruz Roja Colombiana.

Le puede interesar: Uniformados lograron poner a salvó 47 ejemplares de serpiente boa constrictor ‘madre y crías ‘

Dado que este tipo de emergencias ambientales se presentan en lugares de difícil acceso por vía terrestre, resulta indispensable emplear el sistema Bambi Bucket, que suspendido a un helicóptero en vuelo, tiene la capacidad de almacenar y transportar grandes cantidades de agua, desde fuentes hídricas cercanas hasta los lugares donde se presenten las conflagraciones.

El alistamiento de los hombres y mujeres de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, para atender este tipo de emergencias ambientales es constante, con lo que se ratifica el compromiso respecto al derecho tanto a la vida humana como de las especies, producto del trabajo mancomunado con los demás organismos encargados de la gestión de riesgos y desastres en beneficio del medio ambiente.

El llamado sigue siendo a la ciudadanía en general para evitar las mal llamadas ‘quemas controladas’ y no arrojar basura en la zona rural.