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Opinión

Y una vez más Petro le dijo no al Tolima, esta vez al deporte

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Por: Felipe Ferro

El reciente anuncio del Gobierno de Gustavo Petro, de no otorgar al Tolima la sede de los Juegos Deportivos Nacionales 2027, no es solo una decisión administrativa; es una bofetada más a un departamento que ha sido relegado al olvido.

Los tolimenses, quienes hemos depositado nuestras esperanzas en esta oportunidad para reivindicar al deporte regional, hemos sido, una vez más, marginados en favor de intereses que parecen más personales que administrativos. La excusa, esta vez para esconder su desprecio por nuestro terruño, es que Córdoba es su departamento natal y Sucre el de su esposa.

No se trata de estar en contra de Córdoba o Sucre, departamentos que también merecen oportunidades de desarrollo. Sin embargo, es innegable que el Tolima ha sido relegado a un segundo plano, incluso cuando contamos con escenarios deportivos de primer nivel que, como ya se ha visto, pueden acoger cualquier competencia de talla nacional e internacional.

Ibagué, con su pista de BMX, patinódromo, coliseo multipropósito y el nuevo complejo acuático de los más avanzados del país, se ha preparado durante años para este momento, invirtiendo no solo recursos económicos, sino también las ilusiones de miles de deportistas y aficionados.

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El Parque Deportivo de Ibagué es un ejemplo de la capacidad y la visión de nuestro departamento. Dentro de este, el Complejo Acuático, que tuvo un costo de $41.092 millones, representa una de las inversiones más significativas en la historia deportiva del Tolima; recursos que tuve la oportunidad de aprobar como diputado. Este espacio no es solo un escenario físico, sino un símbolo de lo que podemos lograr cuando se nos da la oportunidad.

Lo que se esconde tras esta decisión es un patrón repetido de indiferencia hacia el Tolima por parte del Gobierno Petro. Los recursos girados por la Administración Nacional son escasos; y ahora, cuando se vislumbraba la posibilidad de saldar una deuda histórica con nuestro departamento, se nos niega una vez más lo que con tanto esfuerzo hemos construido.

Pero el sueño no ha terminado, ni nuestra determinación se ha apagado. A pesar de las adversidades y de la falta de apoyo del Gobierno Nacional, confío plenamente en que nuestra alcaldesa y nuestra gobernadora seguirán trabajando para que Ibagué y el Tolima se conviertan en el epicentro del deporte nacional e internacional. No necesitamos la aprobación de un presidente que nos ha dado la espalda. Con o sin su apoyo tenemos todas las capacidades y la voluntad de transformar al Tolima en un referente deportivo para Colombia y el mundo.

Hoy, más que nunca, es el momento de unirnos como tolimenses, de redoblar nuestros esfuerzos y demostrar que, a pesar de las adversidades, somos un departamento que sabe levantarse y seguir adelante; porque el Tolima no se rinde y su grandeza no depende de la complacencia de un Gobierno, sino del orgullo y la fuerza de su gente.