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Ibagué

Según estudio, en Ibagué una persona dice en promedio 5 groserías al día

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La capital tolimense ocupa el puesto 15 en el listado de las ciudades más vulgares de Colombia. La enumeración es encabezada por Medellín, Manizales y Cali.

En el más reciente estudio de lenguaje realizado por la plataforma Preply dedicada a la enseñanza de inglés y otros idiomas, investigó cuántas veces pronuncian los colombianos malas palabras durante el día, métrica que analizó con qué frecuencia son utilizadas las groserías, al momento de comunicarse con otras personas o en alguna situación en particular.

De acuerdo a Preply, la investigación que se realizó a nivel nacional, reveló hallazgos interesantes, que involucran el número de groserías utilizadas por los colombianos a diario, dentro de su entorno familiar, en el trabajo, frente a extraños, o realizando alguna actividad y a qué situaciones se refrenan.

Para el caso de Ibagué, la investigación la ubica en el puesto 15 a nivel nacional, esto quiere decir que en promedio un ibaguereño dice 5 groserías al día.

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Más datos del estudio

– Los colombianos a diario pronuncian 6 malas palabras.
– Las ciudades que dicen más malas palabras son Medellín 9, Manizales 8, Cali 8 y Bucaramanga 7.
– Entre hombres y mujeres, los hombres mencionan 8 malas palabras al día y las mujeres 5.

Conclusión de la investigación

Tomando de Preply:

Por la idiosincrasia en colombiana, se inicia a decir malas palabras desde muy jóvenes y en todos los contextos, este manejo de palabras continúa cuando se llega a una edad promedio y cuando se es adulto mayor, pero, el informe revela que se mencionan en su gran mayoría en el marco de algunas situaciones o junto a algunas compañías, la gran mayoría de veces, cuando se encuentran entre familiaridad y confianza. Asimismo, la investigación hace énfasis en la línea del respeto que hay en el país, dejando en evidencia que ante los menores de edad y en los círculos laborales no se tiende a decir malas palabras”.

Este trabajo estadístico permite comprender cómo el uso de malas palabras, tienen una connotación diferente no solo para Colombia, sino para otros países. Por eso, es importante reconocer la necesidad de enriquecer significativamente el proceso de aprendizaje y aprender el español con el fin de ampliar las perspectivas.