Su historia, impregnada de tradiciones y la medicina tradicional, refleja la profunda conexión entre una bebida y la identidad de una región.

En la rica historia de la cultura popular tolimense, el aguardiente Tapa Roja ha emergido como mucho más que una simple bebida, también se ha convertido en un auténtico ícono arraigado en las celebraciones y en la vida cotidiana de la región del Corazón de Los Andes.

Las aplicaciones versátiles de este producto, han llevado a que le otorguen propiedades que van más allá de deleitar el paladar. Desde tiempos pasados, se ha atribuido al Aguardiente Tapa Roja la capacidad de aliviar resfriados, eliminar parásitos, disminuir dolores musculares y reducir fiebres, entre otras propiedades curativas. Aunque estas afirmaciones no cuentan con respaldo médico, perduran en la tradición de los tolimenses.

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“Es un orgullo trabajar día a día por nuestra Fábrica de Licores del Tolima, ya que el aguardiente Tapa Roja es un producto que durante casi un siglo ha hecho parte de la historia y las costumbres populares de la región, es por eso que invitamos a los tolimenses a apoyar las raíces de nuestra cultura y festejar con el mejor aguardiente de Colombia”, indicó Victoria Castillo, gerente de la licorera.

Este destilado, conocido por su presencia inconfundible en eventos festivos y fiestas patronales, ha trascendido su papel de acompañante de celebraciones, para transformarse en un ingrediente esencial en la gastronomía local y en la medicina tradicional transmitida de generación en generación.

“Al consumirlo, honra las tradiciones de nuestros ancestros y tendrá los mejores momentos, así que a todos los tolimenses les digo, apoyemos las empresas públicas y los productos de nuestra región, con ello logramos transferir importantes recursos a la salud, educación y el deporte”, puntualizó Castillo González