Opinión
NIÑOS VULNERABLES, LEYES BLANDAS: EL LLAMADO URGENTE A LA JUSTICIA
Por: Mauricio Gutiérrez, abogado y columnista, Chaparraluno
En Colombia, la violencia contra niños, niñas y adolescentes ha alcanzado niveles alarmantes, exponiendo la fragilidad de un sistema que debería protegerlos sin reservas. A pesar de que la Constitución prioriza sus derechos, cada día somos testigos de nuevos casos de abuso y agresión que muestran la necesidad urgente de un sistema judicial fuerte y comprometido. Sin embargo, el reciente artículo 7 de la reforma a la justicia, propuesto por el Gobierno Petro, parecía llevarnos en la dirección opuesta, ofreciendo una reducción del 50% en las penas para crímenes atroces contra menores. Esta propuesta desató una justa indignación en la sociedad, que dejó claro su rechazo.
La respuesta de los colombianos fue contundente. Ciudadanos y organizaciones de derechos humanos protestaron ante un intento legislativo que no solo sería un retroceso en la protección infantil, sino una amenaza a la seguridad ciudadana. La presión fue tan fuerte que el artículo tuvo que ser retirado. Pero esta situación plantea una inquietud fundamental: ¿cómo puede el sistema considerar beneficios para quienes han dañado a los más indefensos?
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A los problemas de una propuesta como esta se suman las fallas del sistema penal, donde los vencimientos de términos y las demoras procesales dejan a muchos agresores en libertad. Esto no solo afecta a las víctimas directas y sus familias, sino que incrementa la inseguridad en nuestras comunidades, que ven cómo la justicia no garantiza la protección de los menores.
La seguridad ciudadana empieza por proteger a quienes son más vulnerables. Colombia necesita leyes sin beneficios ni concesiones para quienes cometen delitos contra menores, y un sistema que responda de manera efectiva. Nuestros niños son el futuro, y debemos exigir un cambio profundo en la justicia para que no continúen siendo víctimas de un sistema que no les cumple. ¿Qué mensaje damos como sociedad si permitimos que sus agresores eviten el castigo? Es hora de abrir el debate y exigir justicia sin excusas.
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