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Menos residuos, más reciclaje: un llamado urgente a la acción en el marco del Día Mundial del Reciclaje
En Colombia se generan aproximadamente 33.000 toneladas de residuos sólidos al día, lo que suma unos 12 millones de toneladas al año. Por eso, el reciclaje más que convertirse en una opción, es una necesidad ante el desafiante panorama.
La urbanización, el crecimiento del consumo y los cambios de hábitos de las personas, han hecho que aumente la producción de residuos sólidos. En Colombia se generan aproximadamente 33.000 toneladas de residuos sólidos al día, lo que suma unos 12 millones de toneladas al año. Según datos de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, solo se recicla el 17 % de estos residuos. Por eso, el reciclaje más que convertirse en una opción, hoy en día es una necesidad ante este desafiante panorama.
Como urgen cambios reales, Tatiana Rodríguez, docente del Politécnico Grancolombiano y editora del libro ‘Economía circular y negocios verdes: Una propuesta diferente para emprender’, explica en esta obra que “más que una simple transformación de desechos en recursos valiosos, esta práctica impulsa una mentalidad de consumo responsable y sostenible, contribuyendo así a la sostenibilidad ambiental a nivel mundial”.
Con el reciclaje se recolectan los residuos sólidos generados en hogares, negocios e industrias y, a través de una transformación, se convierten en productos utilizables, convirtiendo materiales de desecho en nuevos materiales. Pero ¿cómo impacta esto en la contaminación? La recolección de residuos prolonga la vida útil de los vertederos, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero, promueve la sensibilización ambiental al reducir los efectos de la contaminación, y esto se traduce en ciudades más limpias y seguras, además de generar empleos en diversas áreas.
¿Cómo reciclar en casa?
Los consumidores desempeñan un papel clave en la disposición adecuada de los productos que adquieren. Cada acción cuenta. Cada papel, cartón, vidrio y hasta los restos de comida, marcan una verdadera diferencia. En Colombia, el Ministerio del Medio Ambiente estableció el código de colores blanco, negro y verde para los contenedores de basura, canecas de reciclaje y bolsas que se utilicen en la separación de residuos en la fuente.
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El contenedor de color blanco está destinado a residuos aprovechables, como plástico, cartón, vidrio, papel y metales. El verde se utiliza para residuos orgánicos aprovechables, que incluyen restos de comida y desechos agrícolas. El negro se reserva para residuos no aprovechables, como papel higiénico, servilletas, papeles sucios y elementos metalizados.
El consumo responsable es una práctica clave. Es fundamental reducir el consumo y reutilizar lo que ya tenemos, esto implica darle una segunda vida a objetos y productos en lugar de desecharlos. Además, debemos cuidar el agua, la luz y el gas, utilizando estos recursos de manera eficiente para reducir nuestro impacto ambiental. Estas acciones, cuando se implementan de manera constante y consciente, pueden marcar una diferencia.
¿Qué pasa con los residuos que reciclamos en casa?
El proceso de reciclaje comienza en casa, donde cada persona selecciona y almacena los diferentes residuos sólidos en su lugar de origen. Esta acción aparentemente simple es de suma importancia, ya que facilita el manejo y aprovechamiento de estos residuos por parte de terceros. Sin este paso inicial, los siguientes pasos del proceso no podrían llevarse a cabo de manera efectiva.
Cuando los residuos salen de los hogares, empresas públicas y privadas recolectan y los transportan a diversas plantas de transferencia. Allí los residuos son comprimidos y almacenados en grandes volúmenes antes de ser enviados a las plantas de reciclaje propiamente dichas. En las plantas clasificadoras, se realiza una minuciosa separación y se lleva a cabo procesos que incluyen el reciclaje mecánico, que implica la clasificación de residuos mezclados; el reciclaje químico, que utiliza técnicas específicas para modificar la estructura química de los materiales; y el reciclaje energético, que se emplea en materiales cuyos residuos pueden ser recuperados y aprovechados por su valor energético.
¿Qué hace falta?
En Colombia aún enfrentamos desafíos significativos en la implementación de programas de reciclaje efectivos. Por ello, este libro busca crear conciencia sobre la importancia de que el gobierno implemente políticas y regulaciones que impulsen una gestión adecuada de residuos y promuevan la industria del reciclaje. Además, insta a las empresas a incorporar prácticas sostenibles en su modelo de negocio para fomentar el reciclaje entre sus empleados y clientes, y a los ciudadanos a sensibilizarse sobre la corresponsabilidad de separar los elementos residuales de categoría especial.
Para lograr este objetivo, es necesario fomentar la economía circular en el territorio, realizar un manejo adecuado de los residuos especiales posconsumo, promover mejoras ambientales en los ciclos de vida de los productos, y extender la responsabilidad de los productores a todo el ciclo de vida, especialmente a su recuperación, aprovechamiento, valorización, reciclaje y, como última opción, la disposición final.