Conozca la linda historia de una amistad que nació de la nada. 

En un hecho conmovedor ocurrido en la Estación de Policía de San Sebastián de Mariquita, un pequeño perro, llamado Mateo, encontró un hogar lleno de amor y cariño gracias a la patrullera Yaira Bermúdez.

La historia comenzó cuando, durante la captura de un individuo en el municipio de Mariquita, los oficiales encontraron al perro, aparentemente de raza Pinscher, que el detenido había encontrado en la calle. Tras ser liberado, el hombre dejó al canino en la estación de Policía, sin imaginar que esta acción sería el inicio de una historia de transformación y esperanza.

A pesar de que el perro no tenía dueño y estaba desorientado, los policías, especialmente la patrullera Yaira Bermúdez, lo acogieron con los brazos abiertos. Yaira, quien rápidamente se encariñó con el animal, asumió la responsabilidad de su cuidado, proporcionándole alimentación, aseo y todo lo necesario para que se sintiera seguro y amado en el cuartel.

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Con el objetivo de encontrar al dueño de Mateo, Yaira, junto a sus compañeros, gestionó una publicación a través de medios locales. Al día siguiente, la búsqueda dio frutos y lograron localizar a la presunta propietaria del can. Durante la conversación en la Estación de Policía, la mujer reveló que el perro se llamaba Mateo. Sin embargo, lo que sorprendió a todos fue la decisión de la mujer de cederle la mascota a la patrullera, ya que no podía darle el cuidado que necesitaba debido a sus compromisos laborales.

Con gran emoción, Yaira aceptó la oferta y se convirtió en la nueva dueña de Mateo. Inmediatamente, la patrullera le brindó todo lo necesario para que el perro tuviera una vida cómoda: juguetes, ropa, comida y un hogar lleno de cariño. Además, le dio un baño para asegurarse de que estuviera limpio y feliz en su nuevo hogar.

Hoy, Mateo es parte esencial de la vida de Yaira. El pequeño perro y su nueva dueña comparten momentos de tranquilidad y cariño, demostrando el profundo vínculo que se puede crear entre los seres humanos y los animales. La historia de Yaira y Mateo se ha convertido en un hermoso recordatorio de cómo el amor y la solidaridad pueden cambiar vidas, tanto para las personas como para los animales.