Opinión

La Violencia laboral (mobbing) y el síndrome del trabajador quemado (Burnout) en tiempos de pandemia.

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Por: Juan Manuel Sánchez

La pandemia generada por el Covid-19 se ha robado la atención en todos los escenarios posibles, dejando sin relevancia muchos aspectos de la salud mental de las personas, a petición de algunos lectores hoy hablaremos de ese acoso laboral que se ha venido presentando en la modalidad de trabajo en casa y las consecuencias devastadoras que esto está dejando en los trabajadores.

Apreciad@s lector@s, es importante aclarar dos conceptos que son la base de lo que hablaremos en esta columna, y son el Mobbing y el Burnout; en primera medida el Mobbing hace referencia tanto a la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador afectado hacia su trabajo, mientras que el Burnout es un trastorno emocional  que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado, este síndrome puede tener consecuencias muy graves, tanto a nivel físico como psicológico.

Ya estando contextualizados sobre estos dos conceptos, podemos hablar abiertamente de la actualidad de los mismos en los ambientes laborales, sobre todo de aquellos que por razones del confinamiento se han tenido que adaptar a la virtualidad y el mal llamado teletrabajo o trabajo en casa, lo que ha desencadenado un deterioro importante en la salud mental y física de nuestros trabajadores, sobre todo de aquellos de edad avanzada y que no estaban preparados para convivir con las herramientas tecnológicas para desempeñar su trabajo.

La mayoría de trabajadores han tenido que extender sus horas de trabajo, como en el caso de los docentes, que pasan horas preparando una clase, enviando los trabajos por los diferentes medios posibles, esforzándose más de lo normal para llevar la educación a la casa de cada uno de sus estudiantes, esto lo digo porque orgullosamente mi padre es maestro y soy testigo de su esmero por hacer bien su trabajo, incluso levantándose muy temprano en la mañana y terminando su jornada aveces casi sobre media noche por cumplirle a su vocación de servicio, y aun así algunas persona se atreven a decir que los docentes “se la ganan muy suave”.

Como los docentes existen muchas profesiones en diferentes empresas privadas o entidades públicas que han tenido que soportar una invasión a su vida personal y familiar, porque los empleadores y jefes han aprovechado la situación para convertirlos en trabajadores con disponibilidad 24 horas, ejerciendo en ellos una presión tan compleja, levándolos a altos índices de estrés.

Después de esa violencia laboral viene el Sindrome del Burnout, o síndrome del trabajador quemado que no es más que la reacción patológica del empleado que está expuesto de manera continua a, entre otros, altos niveles de estrés, carga de trabajo excesiva, ausencia de apoyo en su entorno, falta de formación o de herramientas para desempeñar sus actividades laborales, etc.

Finalmente, hago una invitación respetuosa a los dirigentes sindicales de las diferentes instituciones a alzar su voz de protesta para que se les garantice la armonía laboral y el desempeño de sus funciones de forma tranquila, que exijamos al sector público y privado un plan de mitigación de estas problemáticas, y que cada uno desde su individualidad pueda canalizar de forma asertiva sus emociones en medio de la situación actual, en caso de considerar que no puede hacerlo por su cuenta solicite ayuda profesional, los Psicólogos podemos aportar a ese proceso.

En momentos de estrés, sé audaz y valiente. – Horacio

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