Opinión
La salud mental en tiempos de Confinamiento.
Las autoridades de orden Nacional, departamental y municipal de todo el país están actuando para contener el brote de COVID-19. Sin embargo, este momento de crisis está generando o agudizando los cuadros de depresión, estrés y ansiedad en toda la población, y poco se está haciendo para contrarrestar esta situación.
Apreciados lectores, la pandemia del COVID-19 ha suscitado un debate sobre sus efectos en la salud mental, se escuchan múltiples opiniones y datos fragmentados, pero hay poca información de corte científico para ir dilucidando la extensión de las repercusiones que la pandemia está teniendo en la salud mental; sin embargo, durante las últimas semanas se han comenzado a publicar estudios preliminares importantes, en este artículo hablaremos sobre algunos hallazgos recientes.
En primer lugar, la American Psychiatric Association realizó un sondeo de una muestra representativa nacional con 1,004 participantes. Las edades fluctuaron de 18 a 91 años. Los hallazgos más preocupantes son que el 48% estaba ansioso por temor de contraer el virus, el 40% reportó temor a morir y el 62% mostró mucha ansiedad por temor de que se enfermaran sus seres queridos. Un 36% indicó que su salud mental estaba muy afectada y el 59% que esto le estaba afectando de manera severa su diario vivir. Un 57% dijo tener mucho temor de que la pandemia traiga problemas económicos severos en su hogar. El 12% indicó que las discusiones serias con sus parejas habían aumentado.
Estos datos apuntan de manera clara a que el gobierno, no solo debe asumir responsabilidad sobre la salud física de los ciudadanos, sino incorporar en sus planes de contingencia y estratégicos los estragos notables que la pandemia y el distanciamiento social causan en muchas personas, en particular depresión, estrés y ansiedad.
Hago especial énfasis en esto pues innumerables estudios previamente realizados en nuestro pais resaltan el hecho de que los niveles altos de pobreza, inequidades sociales, desempleo y barreras para tener servicios de salud mental, se agudizarán exponencialmente en nuestro pueblo. Tenemos que darle énfasis a nuestra salud mental, pues sin ella todo palidece.
Finalmente, l@ invito a que tengamos en cuenta algunas recomendaciones para afrontar de forma asertiva esta situación:
- Siga conectado y mantenga sus redes de relaciones sociales. Incluso en las situaciones de aislamiento, trate en lo posible de mantener sus rutinas personales diarias o cree otras nuevas. Si las autoridades de salud han recomendado limitar su contacto físico social para controlar el brote, puede seguir conectado por medio del correo electrónico, las redes sociales, videoconferencias y teléfono.
- En los períodos de estrés, preste atención a sus propias necesidades y sentimientos. Ocúpese de actividades saludables que le gusten y que encuentre relajantes. Haga ejercicio regularmente, mantenga sus rutinas habituales de sueño y consuma alimentos saludables. Los instituciones de salud pública y los expertos de todos los países están trabajando en torno al brote para asegurar que todas las personas afectadas dispongan de la mejor atención posible.
- Un flujo casi constante de noticias acerca de un brote puede llevar a que una persona se sienta ansiosa o angustiada. Busque actualizaciones de la información y orientación práctica a ciertas horas del día, procedente de entidades de salud oficiales; además, trate de no escuchar ni de dar seguimiento a los rumores que le hagan sentir incómodo, angustiado o alterado.