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La MAPP/OEA llama en su Informe Semestral 36 a retomar todas las instancias de diálogo con grupos armados
La Misión entregó 20 recomendaciones al Estado colombiano, de las cuales 11 están dirigidas a la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), en el marco de los acercamientos, diálogos de paz y Espacios de Conversación Sociojurídica con diferentes grupos armados.
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentó ante el Consejo Permanente de la Organización el Informe 36 sobre las labores de monitoreo de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA), que en 2024 está cumpliendo 20 años de trabajo ininterrumpido acompañando a las comunidades y a las instituciones en los territorios.
El Informe, que comprende el periodo del 1 de julio al 31 de diciembre de 2023, coincide con el primer año de la vigencia de la “Ley de Paz Total” y reconoce avances en su ejecución, especialmente en la definición de acuerdos de implementación inmediata con impacto territorial en temas humanitarios y de participación ciudadana.
Su implementación, afirma, representa una oportunidad para mitigar los impactos del conflicto armado en la población civil y prevenir violaciones a los derechos humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH). La MAPP/OEA realizó en el segundo semestre de 2023, 833 misiones en terreno, en 300 centros poblados de 112 municipios de 18 departamentos del país y recorrió más de 108.000 kilómetros. Estos centros poblados incluyen cabeceras municipales, corregimientos, veredas, resguardos indígenas y consejos comunitarios.
Al presentar el Informe, el jefe de la MAPP/OEA, Roberto Menéndez, reconoció que “la tarea de construir la paz en Colombia es de grandes proporciones y exige compromisos igualmente grandes, y el Informe visibiliza logros que se han alcanzado como la conclusión de procesos participativos que buscan adoptar la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad como política de Estado; y el fortalecimiento de la arquitectura institucional que lidera la transformación rural para la paz que según cifras oficiales indica una tendencia de aumento exponencial importante en los procesos de compra y formalización de títulos de propiedad”.
Más adelante resalta que también se han presentado avances en la política pública de desmantelamiento de organizaciones criminales, en la descontaminación de territorios por Minas Antipersonal y en el desarrollo de estrategias intersectoriales para responder a escenarios de riesgo por reclutamiento forzado, uso, utilización de niños, niñas y adolescentes. Igualmente, enfatizó que “la Misión hace un llamado a persistir en los esfuerzos por establecer y avanzar diálogos con todos los grupos armados y, a través de ellos, materializar acciones concretas que permitan cesar de manera definitiva la violencia, garantizar la protección, integralidad y bienestar de la población civil, facilitar la llegada del Estado en su conjunto y avanzar hacia la transformación de las causas estructurales de inequidad y abandono que perpetúan el conflicto”.
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En lo referente a los ceses al fuego, el Informe señala que los acompañantes permanentes del proceso de diálogos de paz, entre ellos la MAPP/OEA, contribuyeron a la prevención de combates entre la fuerza pública y las estructuras del Estado Mayor Central de las FARC-EP; al desarrollo de gestiones humanitarias que derivaron en la liberación de población civil secuestrada, integrantes de grupos armados y miembros de la fuerza pública retenidos en enfrentamientos; así como a la recuperación de bienes civiles en Antioquia, Arauca, Cauca y en las regiones de Catatumbo y sur de Bolívar.
“La interlocución simultánea con diferentes grupos armados que convergen en un mismo territorio, representa un desafío de gran magnitud. La Secretaría General de la OEA destaca el diálogo como el camino privilegiado y no violento para alcanzar acuerdos concretos, garantizar efectivos cumplimientos y generar cambios y transformaciones profundas”, puntualizó el jefe de Misión de la MAPP/OEA.
El trabajo que realiza la MAPP/OEA es posible gracias al apoyo político y financiero de los países miembros del Fondo Canasta: Alemania, Canadá, Chile, España, Estados Unidos, Irlanda, Italia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Türkiye. Asimismo, a Noruega y Suiza, cuyas contribuciones fortalecen el trabajo de la Misión con las comunidades en los territorios, en ejes fundamentales como la participación y el diálogo.
De igual manera, a los gobiernos de Alemania, Argentina y Suiza por la asignación de profesionales bajo la modalidad de personal asociado.