La impunidad digital: Cuando el honor se pierde en redes sociales

Por: Mauricio Gutiérrez, abogado y columnista, chaparraluno.

Las redes sociales, creadas para conectar a las personas, se han convertido en un espacio donde el honor y la reputación pueden ser destrozados sin ninguna consecuencia. En Colombia, es común ver perfiles anónimos y usuarios influyentes lanzando injurias y calumnias que afectan a personas, instituciones y comunidades enteras. Lo más alarmante es que, a pesar del daño causado, las plataformas y las autoridades no cuentan con mecanismos efectivos para regular este comportamiento.

El año pasado, un influencer lanzó una serie de críticas infundadas contra mi ciudad, una comunidad que siempre me ha apoyado. Decidí tomar acciones legales, confiando en que la justicia sancionaría sus comentarios. No obstante, apenas logré una retractación superficial y ninguna sanción para sus redes. Este tipo de casos muestra lo indefensos que estamos frente a la difamación digital y evidencia la falta de normatividad para estos delitos.

A diario, las redes sociales se convierten en un campo de batalla donde personas anónimas atacan a otras sin pensar en las consecuencias. Aunque el Código Penal colombiano contempla sanciones para la injuria y la calumnia, la realidad es que los recursos limitados de la Fiscalía impiden un seguimiento adecuado de estos delitos en el ámbito digital. Así, quienes son víctimas de estos ataques quedan sin protección alguna.

Urge una normativa que regule el comportamiento en redes y que exija a las plataformas digitales responsabilidad sobre el contenido que facilitan. La dignidad y el buen nombre no pueden ser vulnerados sin consecuencias; es momento de que las leyes colombianas se adapten a la era digital y protejan efectivamente a sus ciudadanos en estos nuevos entornos.