La historia de Claudia Ortiz que transformó su dolor en tiempos de dificultad

Diagnosticada con estrés y ansiedad, Claudia atravesó por una situación de dificultad emocional debido a problemas sentimentales y laborales

Desde la Administración Municipal se impulsan varias estrategias que fortalecen la salud mental. Una de ellas es el curso en ‘Primeros Auxilios Psicológicos’, el cual brinda bases y herramientas que permiten ser un primer respondiente ante una situación de crisis emocional, desastre o evento traumático.

A la fecha son más de 8.400 los ciudadanos certificados y con las habilidades pertinentes para salvar vidas. Una de ellas es Claudia Elena Ortiz, una joven de 22 años, madre cabeza de familia que se radicó en la Capital Musical para cumplir sus sueños y salir adelante.

Diagnosticada con estrés y ansiedad, Claudia atravesó por una situación de dificultad emocional debido a problemas sentimentales y laborales, los cuales la llevaron a pensar y recurrir a situaciones que pudieron poner en riesgo su vida.

“Tuve un momento muy difícil, eran momentos de tristeza, me sentía sola y sin apoyo. En muchas ocasiones deseaba lo peor, pensaba en hacer cosas que me hicieran daño y que alivianaran mi dolor. Físicamente estaba afectada, se me caía el cabello y bajé de peso de manera considerable”, sostuvo Claudia.

Sin embargo, y gracias a una publicación en las redes sociales de la Alcaldía de Ibagué, Claudia decidió inscribirse en el programa de ‘Primeros Auxilios Psicológicos’ a cargo de especialistas en psicología de la secretaría de Salud.

“Me inscribí, dejé los datos y me llegó toda la información. Fue un curso certificado y fue excelente, como ‘anillo al dedo’, porque lo necesitaba, necesitaba despejarme, necesitaba esa información, porque en ese momento yo estaba pasando por una situación fuerte de ansiedad, estrés y depresión”, contó la mujer.

Gracias al acompañamiento permanente del equipo de psicólogos, Claudia logró manejar su situación de crisis emocional, convirtiéndose en un testimonio real que ahora también ayuda a salvar vidas.

Como vigilante, no solo se encarga de proteger la integridad de los ciudadanos, sino que se preocupa por los demás, logrando impactar de manera positiva en otros que encuentran en ella una voz de aliento.

“La Claudia de hoy está más consciente, sabe de las iniciativas para estar bien, a veces atravieso por situaciones difíciles, pero logro salir adelante. La Claudia de hoy sonríe más, hace ejercicio, se siente más segura y con la capacidad de ayudar”, puntualizó.