Política
“La alcaldesa ya no es la hija, ahora lleva la varita”: Concejales de Ibagué opinan sobre la salida de Erika Palma de IBAL

Mientras algunos cabildantes interpretan este cambio como un distanciamiento definitivo de Aranda con su antecesor, Andrés Fabián Hurtado, otros sugieren que se trata de una reorganización política que no afecta la alianza entre ambos.
La confirmación de la salida de Erika Palma de la gerencia del IBAL, y su posterior nombramiento como directora de Proyectos Estratégicos, ha generado una ola de reacciones entre los concejales de Ibagué. Para muchos, esta movida marca un antes y un después en la administración de la alcaldesa Johana Aranda, dejando entrever un distanciamiento político con su antecesor, el exalcalde Andrés Fabián Hurtado. Sin embargo, las opiniones varían y algunas voces también insisten en que estos cambios no necesariamente significan una ruptura definitiva con la estructura política.
Jorge Bolívar, concejal de oposición, fue uno de los primeros en reaccionar a la salida de Palma, destacando que no fue el debate que él mismo promovió sobre el uso de recursos en proyectos viales lo que provocó la decisión, sino una creciente presión política. El cabildante, quien alegó haber presentado pruebas de la falta de ejecución de proyectos clave como el combo 3×1, mencionó: «Nos dijeron mentiras, nos dijeron mentiras, y ahí les demostré que si no podemos con un contrato de 5 mil millones de pesos, mucho menos con uno de más de 30 mil millones».
Sin embargo, el concejal también opinó que la salida de Palma no representa un quiebre total con el ‘hurtadismo’ dentro de la administración, destacando que los movimientos políticos en Ibagué suelen ser más tácticos. «La verdad es que hacen unos enroques, pasan de un cargo a otro, siguen sus alfiles. Es como esas peleas matrimoniales que medio se tocan, pero tampoco se acaban», señaló, sugiriendo que los cambios pueden ser más cosméticos que sustanciales.
Por otro lado, Andrés Zambrano, concejal de la Alianza Verde, consideró que la salida de Palma refleja un proceso de distanciamiento creciente entre la alcaldesa Aranda y el exalcalde Hurtado. Para Zambrano, el nombramiento de Roberto Santofimio como nuevo gerente del IBAL no es solo una reestructuración administrativa, sino también un mensaje claro de la mandataria para asumir el control total de su gobierno. «La alcaldesa quiere dejar claro que ya no es su hija, sino que ella es la que lleva la varita», expresó, sugiriendo que Aranda busca redefinir los roles dentro de la alianza política que la catapultó al poder.
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A pesar de este aparente cambio de roles, el concejal no descartó que la relación entre Aranda y Hurtado continúe, pero con una dinámica diferente. «Esa alianza va a seguir, solo que de una forma distinta a la que venía», comentó, dejando abierta la posibilidad de que los lazos políticos entre ambos persistan, aunque bajo nuevos términos.
Carlos Beltrán, concejal del Partido Conservador, adoptó un tono más moderado en su análisis de la situación. Si bien reconoció que la salida de Palma ya era una decisión esperada, expresó que la nueva etapa en el IBAL debería centrarse en avanzar en los proyectos que quedaron pendientes.
«Esperamos que desde este nuevo cargo se sigan avanzando los proyectos, especialmente el acueducto complementario y la recuperación de vías en las comunas más afectadas». A pesar de ello, también indicó que los cambios administrativos suelen ser parte de «manejos políticos» que la alcaldesa debe liderar. «La doctora Johana Aranda es quien debe dar esos cambios, y esperamos que sean para el beneficio de la ciudad».
Andrés Zambrano también profundizó en la naturaleza del distanciamiento entre Aranda y Hurtado, señalando que la salida de Palma no es solo una medida administrativa, sino también un mensaje político. Según el concejal, la alcaldesa Aranda está buscando consolidar su liderazgo y dejar claro que ella es la figura principal dentro de la administración: «Creo que el mensaje que hoy quiere la alcaldesa es yo no voy a ser su enemiga, pero tampoco voy a ser su hija. Ahora la que va a llevar la varita soy yo, y a ustedes, si les gusta, espero que bien, y si no, también», expresó con relación al ‘Hurtadismo’.
A pesar de las críticas y las especulaciones sobre el futuro de la relación entre Aranda y Hurtado, la mayoría de los concejales coinciden en que la salida de Érika Palma es solo un capítulo en una serie de cambios administrativos y políticos que marcarán la transición en la ciudad. Mientras tanto, el nombramiento de Roberto Santofimio como nuevo gerente del IBAL será clave para definir si esta nueva fase traerá consigo una gestión más transparente y efectiva, o si simplemente se tratará de una reorganización política bajo un nuevo liderazgo.
En resumen, aunque las diferencias entre Aranda y Hurtado parecen estar tomando forma, los concejales aún se muestran cautelosos sobre el alcance de este distanciamiento y la posibilidad de que, a pesar de los cambios, la estructura política del pasado continúe influyendo en las decisiones del gobierno municipal. Las próximas semanas serán cruciales para determinar si esta transición es realmente una ruptura con el ‘hurtadismo’ o si simplemente se trata de una reorganización dentro de la misma dinámica política.