Por: Gustavo Collazos

El galeno y exalcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, hermano mayor de Mauricio, en recientes declaraciones puso el dedo en las llagas de las incoherencias del Partido Liberal del Tolima, manejado de manera hegemónica por su hermanito menor.

El precandidato a la Alcaldía de Bogotá deja clara su molestia por los acercamientos políticos y burocráticos de la colectividad roja con el alcalde Hurtado, a quien tilda de acciones administrativas no éticas ni santas, además de ineficientes.

También señaló que le ha advertido a los diputados liberales sobre estas prácticas, que al parecer también ejercen en su relación con el gobernador Orozco, cómo quien dice llegó el jefe y les dijo lo que no deben hacer, precisamente con la forma incoherente en que se critica el clientelismo y la corrupción barretista y hurtadista, pero que al parecer se alimentan políticamente de ella.

En recientes declaraciones el diputado Carlos Reyes manifestó: «que ahora sí van a joder al gobernador Orozco», ¿joder? ¿Controlar? ¿Denunciar? ¿Faltando seis meses para las elecciones y después de haber sido aliados compartiendo las mieles del poder burocrático departamental?

Eso parece más un chiste o una declaración acomodada a las circunstancias, que una manifestación política sería de un líder opositor. Por ahora es clara la distancia que tomó del liberalismo Guillermo Alfonso Jaramillo y eso se evidenciará en las decisiones que para Alcaldía de Ibagué y Gobernación del Tolima se tomen a futuro.

Eso sí, como buen Jaramillo, dijo que criticaba el actuar del partido que orienta su hermano, pero que siguen en los diálogos.