Tolima
Hoteles de Melgar se declaran en crisis económica por obras de tercer carril Bogotá- Girardot
El turismo ha disminuido un 80 % y muchos establecimientos han tenido que cerrar, por tal motivo el sector dio como plazo el 13 de diciembre para solucionar la situación, de lo contrario se anuncian protestas y bloqueos viales.
La grave crisis económica que enfrenta el sector hotelero de Melgar, uno de los destinos turísticos más populares del departamento del Tolima, se ha agudizado debido a los constantes retrasos y congestiones vehiculares provocadas por las obras de ampliación de la vía Bogotá-Girardot. Los hoteleros locales, que dependen en su mayoría del turismo para subsistir, han expresado su preocupación por el impacto de estas obras, que han generado una caída alarmante del turismo en la zona.
En un contundente mensaje, más de 500 empresarios del sector han dado un ultimátum al gobierno: si no se soluciona la situación antes del 13 de diciembre, iniciarán protestas y bloqueos viales como medida de presión.
La diputada Carolina Mora, quien ha estado en contacto con los hoteleros afectados, aseguró que los trancones en la carretera, que en algunos casos duran entre 7 y 8 horas, están perjudicando gravemente la movilidad de turistas hacia Melgar. Esta congestión no solo afecta a los visitantes, sino que también está causando que muchos decidan no llegar a la zona ante la perspectiva de interminables horas de espera. Esto ha llevado a una disminución del 80% en la llegada de turistas, lo que ha afectado directamente a los hoteles, restaurantes y comercios locales, que dependen de la temporada alta para mantener sus operaciones.
«Nos han comunicado que algunos de los hoteles más pequeños están cerrando, ya que no pueden afrontar los costos operativos, como el servicio de energía, cuando apenas tienen dos o tres turistas por fin de semana. La ocupación hotelera, que tradicionalmente superaba el 90%, ha caído a niveles alarmantes«, comentó la asambleísta conservadora.
Según las estimaciones de los empresarios, las pérdidas mensuales por establecimiento oscilan entre 300 y 500 millones de pesos, dependiendo del tamaño y tipo de alojamiento. Estos números reflejan la magnitud de la crisis que atraviesa el municipio, que depende en gran medida del turismo como motor económico.
La situación es particularmente crítica durante los fines de semana, cuando la afluencia de turistas es mayor. Según los hoteleros, la concesionaria Vía 40, encargada de las obras, no está tomando las medidas necesarias para garantizar una circulación adecuada durante los períodos de mayor demanda, lo que agrava aún más la congestión vial.
«Nosotros no nos oponemos a la construcción de nuevas vías, entendemos que son necesarias para el desarrollo del departamento. Lo que pedimos es que se tomen medidas para asegurar una circulación fluida durante los fines de semana y otras temporadas altas. No puede ser que la movilidad siga siendo un problema constante y que, como consecuencia, estemos perdiendo visitantes que buscan disfrutar de nuestros destinos«, afirmó Mora.
Además de los trancones, los hoteleros se quejan de que la falta de controles adecuados por parte de la concesionaria en los momentos de mayor tráfico ha hecho imposible para los turistas llegar a tiempo a sus destinos. Las largas horas de espera han generado frustración y muchos, tras estar atrapados en el tráfico, optan por cambiar sus planes de viaje. Esto no solo afecta a Melgar, sino también a otros municipios cercanos como Carmen de Apicalá e Icononzo, que también dependen del turismo.
La diputada Mora hizo un llamado urgente al gobierno nacional, pidiendo la intervención de los ministerios de Transporte, Comercio, Industria y Turismo, además otros actores clave para encontrar soluciones inmediatas que permitan reactivar el sector turístico de la región antes de la temporada alta de diciembre.
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«Sabemos que hay una crisis que afecta a todo el sector, pero necesitamos un plan de acción urgente. No podemos esperar más. Si no se toman decisiones pronto, nos veremos obligados a tomar medidas de hecho, como bloqueos de vías, para que nuestras voces sean escuchadas«, aseguró Mora.
El impacto económico no solo afecta a los hoteleros grandes, sino que también está poniendo en riesgo la supervivencia de muchos pequeños empresarios, que no cuentan con los recursos suficientes para resistir una baja tan drástica en el turismo. Estos pequeños hoteles, que suelen tener un enfoque más personalizado y adaptado a los turistas, están siendo los más perjudicados. «Es muy triste ver cómo algunos de estos empresarios, que son el corazón de Melgar, tienen que cerrar sus puertas. Para ellos, esto significa la pérdida de su fuente de ingresos y la de toda su familia. Es una situación insostenible«, lamentó.
En cuanto al impacto de la caída en el turismo, se estima que más del 80% de la llegada de turistas ha disminuido en comparación con años anteriores, un dato alarmante para un municipio que históricamente ha tenido una alta ocupación hotelera. Melgar es conocido por su oferta de parques temáticos y actividades recreativas, que atraen a miles de turistas cada año. Sin embargo, debido a la falta de acceso adecuado y los constantes bloqueos en la vía, muchos turistas están eligiendo otros destinos.
El sector hotelero ha solicitado la creación de una mesa de trabajo con los ministerios correspondientes, con el fin de discutir soluciones a largo plazo para garantizar que el flujo de turistas hacia Melgar y otros destinos del Tolima no siga siendo interrumpido. Esta mesa de trabajo, según los hoteleros, debe ser convocada antes del 13 de diciembre, fecha límite para evitar el inicio de protestas y bloqueos de las vías que podrían afectar aún más la movilidad en la región.
En resumen, la situación en Melgar es crítica, y los hoteleros del municipio han dejado claro que, si no reciben apoyo inmediato de las autoridades nacionales para solucionar los problemas de movilidad y garantizar la llegada de turistas, se verán obligados a tomar medidas drásticas para proteger su fuente de ingresos y la economía del municipio. Con la temporada alta a la vuelta de la esquina, la presión sobre los empresarios turísticos y las autoridades locales sigue aumentando, y la resolución de esta crisis es cada vez más urgente.