Encontraron celulares y dinero en la celda donde se alberga uno de los feminicidas de Sharit Ciro 

Como resultado de este hallazgo, las autoridades ordenaron el cambio de pabellón para el sujeto, quien al parecer recientemente habría subido una fotografia desde el centro penitenciario a sus redes sociales. 

En un operativo realizado en el Pabellón 29 de la Cárcel de Picaleña, se descubrieron varios elementos prohibidos, incluyendo 8 teléfonos celulares, 20 accesorios para estos dispositivos, 8 armas artesanales y 65 mil pesos en monedas. Cabe resaltar que en este lugar se alberga a Brandon Arcila, uno de los presuntos homicidas de la joven Sharit Ciro.

Alejandro Durán, Presidente del sindicato de guardias del Inpec, detalló que, como resultado de este hallazgo, se ordenó el cambio de pabellón para el sujeto. En sus declaraciones, el uniformado aseguró que «la Dirección del Establecimiento ordena realizar un operativo de revista y control al pabellón Nuevo estructural del Bloque 5, donde se encuentra este privado de libertad, y como resultado arroja ocho equipos de comunicación telefónica, comisados, con 20 accesorios para los mismos, 08 armas artesanales carcelarias, 65 mil pesos en monedas».

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Además, aclaró que el joven no fue directamente encontrado con los elementos prohibidos, ya que «las celdas son comunitarias» y la inspección se realizó en todo el pabellón. La investigación continúa y se espera que arroje más resultados en el futuro.

En cuanto al ingreso de estos objetos al centro carcelario, explicó que, a pesar de los esfuerzos de seguridad, los reclusos encuentran formas de introducir elementos prohibidos: «Tenemos privados de la Libertad, que tienen 24 horas al día para mirar cómo adquieren los elementos que a ellos les interese y que están prohibidos dentro del establecimiento».

También denunció que en varias ocasiones se han lanzado paquetes desde el perímetro de la cárcel, los cuales contienen alimentos, dinero, celulares, partes de celulares, ropa y otros objetos.

El presidente del sindicato también mencionó la preocupación sobre posibles infiltraciones dentro del personal de turno: «No podemos negar nosotros que también hay personal de cuerpo y custodia que está permeado, es muy poco, pero los controles que tenemos a la mano son netamente humanos».

Finalmente, señaló las dificultades de los controles, apuntando que «hoy en día los derechos humanos nos limitan a utilizar, como anteriormente lo hacíamos, nuestra valencia indígena y los requisitos previos».