Opinión
Empoderadas y majestuosas

Por: Jhon Ferley Amaya
Hoy 8 de marzo de 2023, conmemoramos el día internacional de la mujer, como un momento propicio para resaltar la importancia y el rol social que tienen las mujeres y niñas en nuestra cotidianidad, luchando incansablemente día tras día frente a las limitaciones y obstáculos que el mundo les impone, logrando espacios de respeto, ejerciendo actividades y profesiones equitativas, frente al rol de los hombres.
No obstante, más allá de su gallardía, los índices de violencia intrafamiliar, de feminicidios, suicidios y maltrato hacia la mujer han generado gran conmoción en la sociedad en general, permitiéndonos a nosotros los hombres ser abanderados del valor y respeto hacia la mujer, viniendo nosotros mismos del vientre de una, de una madre, que en muchas ocasiones hace su rol como padre también.
Aplaudiendo con risas y llantos su valentía y empoderamiento, desempeñando con gran pasión su papel como funcionarias, amas de casa, jefes, ministras, alcaldesas, gobernadoras, ingenieras, pintoras y lideresas en las diferentes doctrinas en que se desenvuelven de manera exitosa, incluso siendo más inteligentes y organizadas que nosotros los hombres; ganándose un lugar histórico que ha dado paso a una participación más inclusiva, con igualdad de condiciones, construyendo juntos un mundo justo y sostenible.
Y sí me preguntaran ¿cómo veo en 20 años el rol de la mujer?, les confieso que reconozco y he sido testigo en muchos escenarios de los grandes avances que han aportado las mujeres de manera prospera y positiva en la sociedad, lo que me lleva a soñar que las mujeres tendrán un espacio político más participativo e incluyente, soñando a manera personal y porque no, con una presidenta mujer, con mujeres dirigiendo más construcciones de obras civiles y públicas, cambiando la ideología de muchos hombres que aún las creen incapaces, revelando en sus ojos el empoderamiento y seguridad de lo que pueden construir por ellas, para ellas y para la sociedad, libres de hacer sus proyectos realidad y siendo esenciales para el progreso mundial.
Por último, quiero agradecer y felicitar públicamente a las dueñas de mi corazón, a mi mamá, la señora Carmenza Rivera, a mí hermana Daniela, a mi hija Victoria y por último y no menos importante a todas las mujeres que en el problema siempre ven la solución y llevan el pan a sus hogares. ¡feliz día mujeres guerreras!, apasionadas, amorosas y gestoras de resiliencia. Aquí tienen un amigo que luchará de la mano de cada una de ustedes por la igualdad, la equidad y los derechos que las hacen fundamentales dentro de nuestra sociedad.
Como vocero de todos los hombres me atrevo a decir, que las amamos; valoramos su existencia y les deseamos de todo corazón que el resto de sus días sean tratadas como unas reinas.