Ibagué

El adiós a Miguel Ángel Merchán, el periodista que vivió entre la verdad y el arte

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En diálogo con Enfoque TeVe, una de sus hijas, María del Mar Merchán, recordó su trabajo y habló del legado que deja su padre en la región.

El pasado martes 10 de septiembre, Ibagué y el Tolima perdieron a una de sus voces más reconocidas. Miguel Ángel Merchán, periodista y artista, falleció de un infarto fulminante en su apartamento, dejando un legado imborrable en el periodismo cultural y en la historia de la ciudad. Con más de cinco décadas dedicadas al oficio de contar la verdad, se distinguió por su pasión por la cultura tolimense y su inquebrantable ética profesional.

Su hija, María del Mar Merchán, lo recuerda como un hombre de principios firmes: “La enseñanza que mi padre me dejó fue ser una mujer de palabras correctas, con valores y principios. Que antes que nada, hay que ser honesto y leal”. Para ella, esas palabras no solo resumen su legado como padre, sino también como periodista.

Miguel Ángel dedicó su vida a informar sin tergiversar, a contar la verdad sin adornos innecesarios. En sus coberturas, sobre todo durante los festivales folclóricos, se enfocaba en las historias de las raíces culturales del Tolima. “Mi padre ha sido uno de los únicos periodistas que ha dedicado su trayectoria a la verdad de la noticia, a comunicar sin desinformar”, asegura su hija con orgullo.

Pero su amor por la verdad no era su única pasión. En la intimidad de su hogar, Miguel Ángel cultivaba otro arte: la escultura. “Su pasatiempo era realizar artesanías. Acá en la casa tenía su taller, donde hacía figuras de personalidades importantes. Siempre fue un hombre inquieto por crear, por hacer, por estudiar”. Esa creatividad, que lo impulsaba a levantarse temprano incluso los primeros días del año, era una extensión de su curiosidad y energía inagotables.

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Quienes lo conocieron no solo admiraban su capacidad para comunicar con rigor, sino también la profunda conexión que tenía con su esposa, quien fue su compañera inseparable durante toda su vida. “Mi madre fue una mujer que estuvo con mi padre desde sus 17 años. Le enseñó el arte del micrófono, le enseñó el arte de la escultura”, recuerda María del Mar, evocando una relación de amor y complicidad que muchos observaron en las ruedas de prensa y eventos que cubría el periodista. “Nunca los vi enojados, siempre fue una pareja muy bonita”, agrega.

Miguel Ángel Merchán deja un vacío en el periodismo tolimense, pero también una lección valiosa para los nuevos comunicadores. “Las nuevas generaciones deberían aprender a ver las dos orillas antes de sacar una noticia. Mi padre siempre decía que hay que informar con altura y con la verdad”, aconseja su hija, subrayando la importancia de un periodismo serio y comprometido.

Hoy, Miguel Ángel Merchán ya no está físicamente, pero su legado perdurará tanto en las páginas que escribió como en las esculturas que dejó. En Ibagué, su nombre quedará vinculado a la verdad, la cultura y el amor al arte.

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