Descifrando el enigma del desempleo y componiendo una nueva melodía

Por: Guillermo Naranjo
Los siguientes párrafos recogen mi posición personal de la visión económica de Ibagué, estas líneas las realizo en el marco de la discusión del Plan de Desarrollo de Ibagué.

En ese sentido, esta reflexión busca desde mi lógica como economista maximizar las potencialidades de la ciudad, como también, ser un insumo para la discusión del plan en el Concejo de Ibagué, empecemos.

Ibagué, la ‘Ciudad Musical de Colombia’, se enfrenta a una sinfonía discordante: la melodía del alto desempleo. Esta realidad, que ha marcado la historia de la ciudad, nos invita a reflexionar sobre sus causas y posibles soluciones.

Si bien el sector servicios funge como la columna vertebral de la economía local, la ausencia de un tejido industrial robusto limita las oportunidades laborales. La dependencia del empleo público y la precaria oferta del sector privado, donde un supermercado se alza como el principal empleador, dibujan un panorama desalentador.

El 95% de las empresas registradas en la Cámara de Comercio de Ibagué pertenecen a la categoría de pequeñas, lo que refleja la fragilidad del tejido empresarial. Estas empresas, en su mayoría, carecen de los recursos y la capacidad para generar un número significativo de empleos formales y bien remunerados.

Ante este panorama, ¿qué podemos hacer para armonizar la melodía de Ibagué? La clave reside en la diversificación económica y el fortalecimiento del sector privado.

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Diversificando la partitura:

A continuación, se presenta algunas ideas generales que se deben tener que analizar en el recinto del Concejo para la construcción y aprobación del Plan de Desarrollo Municipal.

Turismo: Ibagué, bendecida por su riqueza natural y cultural, tiene un potencial turístico sin explotar. Invertir en infraestructura, promoción y capacitación en turismo cultural, ecológico y gastronómico puede generar empleos y dinamizar la economía.

Agroindustria: El campo tolimense ofrece un abanico de oportunidades para la agroindustria. La transformación de productos agrícolas en bienes de mayor valor agregado, como conservas, lácteos o artesanías, puede generar empleos formales y rentables.

Economía Naranja: La creatividad y el talento ibaguereño son un tesoro por descubrir. Fomentar las industrias creativas y culturales, como el software, el diseño, la música y las artes, puede atraer inversión y generar empleos dinámicos y bien remunerados.

Fortaleciendo el sector privado:

Emprendimiento: Brindar apoyo y capacitación a los emprendedores locales es crucial para crear nuevas empresas y generar empleos. Incubadoras, mentorías y acceso a capital semilla pueden ser la chispa que encienda el motor del emprendimiento.

Formalización: Incentivar la formalización de las empresas, especialmente las pequeñas, es esencial para mejorar las condiciones laborales y acceder a beneficios como la seguridad social y el crédito. Simplificación de trámites, reducción de cargas impositivas y programas de acompañamiento pueden facilitar este proceso.

Alianzas estratégicas: Fomentar alianzas entre el sector público, privado y la academia para desarrollar proyectos de investigación, innovación y desarrollo tecnológico puede impulsar la competitividad de las empresas locales y generar nuevas oportunidades de empleo.

Transformar la realidad laboral de Ibagué requiere una sinfonía de esfuerzos. Unir la voluntad del gobierno, el ímpetu del sector privado y el talento de su gente es la clave para componer una nueva melodía: la del empleo digno y las oportunidades para todos. Ibagué tiene el potencial, solo necesita la dirección correcta.

Un llamado a la acción:

Es momento de que todos los actores de la sociedad ibaguereña se unan en un esfuerzo conjunto para combatir el desempleo. El gobierno local, el sector privado, la academia y la ciudadanía deben trabajar en conjunto para crear un ecosistema que impulse la diversificación económica, el fortalecimiento del sector privado y la generación de empleo digno.

Ibagué, la ‘Ciudad Musical de Colombia’, tiene la capacidad de transformar su sinfonía: del lamento del desempleo a la vibrante melodía del progreso y la oportunidad. Pa´lante Ibagué.