Por: Camilo Ernesto Ossa – Twitter: @camiloossa10     

Inició el 2023 y las expectativas por este nuevo comienzo son enormes, ante los retos que supone para el país y, por supuesto, para Ibagué, donde expertos economistas anticipan que será este, un año de recesión, no solo en Colombia, sino en el mundo entero, un reto grande y, a la vez, una oportunidad para alcanzar un año disruptivo, que, por el contrario a los “vaticinios”, traiga bienestar para toda la población.

Para Ibagué, el tema principal en la agenda es el económico, objetivo y preocupación esencial para todos, y en esencia para la administración municipal que, como de costumbre, nos quedó en deuda en el año que terminó frente a un accionar concreto en relación a la economía local. El pasado viernes, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas –DANE-, publicó la tasa de desempleo, para el trimestre septiembre – noviembre en Colombia y, como de costumbre, la ciudad continuaba en el “pódium”, esta vez, ya no en el segundo lugar, sino en el tercero con el 15,5%, detrás de Quibdó y Riohacha, no faltará él o la “valiente” que salga a “cacarear”, este tercer lugar, como una acción del (des)gobierno local, pero lo cierto, es que esperamos que en la medición del mes de diciembre, estas cifras mejoren y la temporada decembrina haya venido acompañada de mucho bienestar para los ibaguereños y, el primero de ellos, es el empleo.

Lograr este objetivo común de desarrollo económico, implica que, por el camino, se deben resolver problemas estructurales que quejan a la población e impiden alzar la mirada a nuevas oportunidades, como es el caso de la planificación territorial de la ciudad y la disponibilidad de agua potable en todo el territorio, de manera ininterrumpida y proyectada para, al menos, los siguientes 100 años. Por esa razón, deseo que el año que ya inicia nos traiga una satisfacción plena en la prestación servicios públicos domiciliarios, donde prime el interés general y no el particular para acercar las oportunidades a todos los ibaguereños.

Ni que decir del aeropuerto Perales, noticia en los últimos días, convirtiéndose en sinónimo de ineficiencia, barrera a la competitividad y el desarrollo, que a la par de la construcción del tercer carril en la vía Bogotá Girardot, alejan a propios y visitantes de la capital y, con ello, también retrasan las oportunidades de inversión y desarrollo, no da espera trabajar de manera inmediata y en conjunto con el Gobierno Nacional, en alternativas tangibles que solucionen el problema, más allá de señalar, por parte del Ministerio de Transporte, que Ibagué puede ser incluida dentro de las denominados “rutas sociales”, pues la realidad es que necesitamos conectarnos con el país y con destinos internacionales para ser competitivos.

Hay que prepararnos para avanzar en estos y otros temas, son muchos, que para este segundo día del año resulta más que relevante poner en la agenda, pero por lo pronto un FELIZ Y PRÓSPERO AÑO 2023 para todas y todos, cargado de mucha salud y realización de metas personales, profesionales y familiares.