Payasos, malabaristas, acróbatas y hasta humoristas con el corazón camuflado, hacen parte de esta bonita estrategia.

Un equipo de soldados quienes, desde su profesión militar se especializan constantemente con nuevas capacidades circenses, han recorrido durante tres décadas departamentos como Caldas, Quindío, Tolima, Risaralda, Huila y Cundinamarca, para llevar alegría a zonas donde las condiciones de vida son realmente difíciles, y donde sonreír a veces se convierte en un reto.

A pesar de las horas recorridas, las malas condiciones del terreno por el que han tenido que viajar los uniformados y con un peso de más de 25 toneladas de equipos, la carpa multicolor del circo Colombia siempre llega a los corregimientos y veredas más vulnerables, recibiendo como recompensa la gratitud y la felicidad infinita de la comunidad que, por primera vez, disfruta de un circo.

Con una amplia trayectoria entre hechos y lugares, la historia del Circo Colombia N.°5 destaca experiencias como los dos viajes a San Andrés Islas, logrando posicionarlos como el primer circo en llegar a esta parte del país, y no menos importante, el hecho de ser escuela de formación para soldados de ejércitos de otros países y modelo de trabajo social con las comunidades más necesitadas.

Ha llegado por primera vez a lugares como Alcalá, Valle del Cauca, Algeciras, Huila, con 24 funciones llenas de luces, colores y mucha alegría, Quibdó con 25 toneladas de carga y 37 funciones, beneficiando a 4141 personas, e Istmina, Chocó con 28 funciones y 4544 niños, jóvenes y adultos beneficiados.

Actualmente, el circo Colombia N.°5 está conformado por 20 soldados, dos suboficiales y el reconocido payaso Cascabelín, quienes, por medio de un trabajo articulado, han venido tejiendo lazos de esperanza en zonas afectadas por el conflicto armado.