Opinión
Aval Conservador para la Gobernación del Tolima: Un aval con historia
Por: Juan Urrea
La elección popular de gobernadores es un logro de la Constitución de 1991 por lo que su vigencia no supera los 32 años en el país, pero representó un cambio fundamental en el centralismo y presidencialismo que sobre los departamentos imperaba mediante la designación presidencial de los gobernadores departamentales. Tras el plebiscito de 1957, la mujer accedió a la apertura de sus derechos políticos frente al votar y ser votada en igualdad de condiciones frente a la ley y con las limitaciones que la época y la Constitución de 1886 imponía.
Ante ese escenario, por primera vez en el Tolima el Partido Conservador avala para la Gobernación del Tolima a una mujer. Una muestra del papel protagónico que ha tomado la mujer en la política del departamento, no en vano la lista a la Cámara 2022 del Partido Conservador, tenía dos veces la cantidad de mujeres; una acción decidida de apertura y promoción de la mujer en los espacios de dirección y acción política, coherente con la acción de gobierno de Óscar Barreto, demostrada a lo largo de los años al punto de consolidar la Secretaría de la Mujer en el departamento.
Ese contexto, permite concluir el alto simbolismo que representa para la mujer tolimense el aval a la Gobernación del Tolima de Adriana Magaly Matiz, toda vez que rompe paradigmas frente a la participación política e impulsa el nacimiento de nuevos liderazgos femeninos en el departamento, que, sin importar el partidismo, favorece a la democracia y permite cumplir con los objetivos propuestos por el Constituyente y la jurisdicción que ha buscado una mayor participación de la Mujer en el Estado.
Así mismo, es preciso resaltar lo que no procede, carecen de argumento aquellos que impulsan la tesis que el ser mujer es el único valor de la propuesta. Por el contrario, Adriana Magaly Matiz representa lo mejor de la Mujer Tolimense al servicio del departamento, con una hoja de vida que demuestra preparación y acciones por los tolimenses.
Las elecciones de octubre en el Tolima serán un plebiscito entre el pasado y el futuro con matiz de Mujer, dejando atrás la dicotomía pasada del agravio como mecanismo para acceder al poder y premiando las propuestas, el conocimiento y el recorrido del departamento por parte de la candidata que se está ganando cada vez más el corazón de los tolimenses.