Adiós a un grande de la radio y el deporte: Falleció el ‘profe’ Álvaro Ariza 

El que por mucho tiempo fue integrante de la familia de Enfoque TeVe siendo director de La Hora del Profe, se va de este mundo dejando un legado que perdurará con el tiempo. 

Con profundo pesar desde la familia Enfoque TeVe nos unimos al dolor de todos aquellos que tuvieron la suerte de conocer y trabajar junto a Álvaro Ariza Cortázar, quien acaba de partir de este mundo, dejando un vacío imposible de llenar.

El ‘profe’, como todos lo llamaban con cariño y respeto, fue mucho más que un periodista. Fue un hombre apasionado por el deporte, por la comunicación, pero, sobre todo, por las personas. Su vida estuvo marcada por una dedicación incansable a su profesión, y su nombre se convirtió en sinónimo de integridad, de cercanía, de apoyo a quienes empezaban sus carreras y de un compromiso absoluto con la verdad.

Durante más de 50 años, dejó una huella indeleble en el periodismo deportivo colombiano. Desde su labor detrás de los micrófonos en múltiples medios de comunicación, se convirtió en una voz sabia y confiable, capaz de guiar y orientar a generaciones de comunicadores y deportistas.

A través de su trabajo, brindó oportunidades a muchos que hoy tienen el privilegio de seguir sus pasos, y ayudó a visibilizar y reconocer el talento que a veces pasaba desapercibido. Siempre dispuesto a dar la mano a aquellos que necesitaban un impulso, nunca dudó en compartir su conocimiento, sus experiencias y su generosidad.

Su manera de ser, tan directa y sincera, hacía que cada conversación con él fuera un aprendizaje. No había espacio para lo superficial, todo era real, auténtico, genuino. Con una presencia imponente y un corazón aún más grande, el ‘profe’ supo ganarse el respeto de muchos, sin importar su estatus o su trayectoria. 

Hoy, mientras nos despedimos de él, sabemos que su legado perdurará por siempre. No solo en los recuerdos de quienes tuvimos la suerte de trabajar a su lado, sino también en las historias que dejó escritas, en los proyectos que impulsó, en las vidas que tocó con su generosidad.

Profe, lo extrañaremos profundamente, pero nos consuela saber que su memoria vivirá en cada uno de nosotros. Su vida fue un ejemplo de dedicación, humanidad y amor por lo que hacía. Gracias por todo lo que nos dio, por su amistad, por su compromiso y, sobre todo, por ser un ser humano excepcional. Le rendimos homenaje hoy y siempre, con el corazón lleno de gratitud y amor.

Paz en su tumba, su legado vivirá por siempre. ¡Hasta siempre, profe!