Algunos analistas califican la iniciativa como un aislamiento radical para 2026.

El precandidato presidencial Abelardo de la Espriella irrumpió en la agenda al anunciar que, de llegar al poder, retiraría a Colombia de la ONU, la OEA y la CIDH, tachándolas de «directorios políticos de la izquierda».

Esta postura, revelada en una entrevista exclusiva con Semana, busca captar el voto anti-globalista en un contexto de crecientes tensiones con Washington.

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De la Espriella justificó: «Estas entidades no han servido a Colombia; son herramientas de injerencia que priorizan agendas foráneas sobre nuestra soberanía».

¿Atraerá esta propuesta a los desencantados o condenará al país a un aislamiento diplomático contraproducente? Al parecer esta iniciativa divide al país, ya que actores políticos consideran que es muy fácil proponer esta clase de ideas, pero otra cosa muy diferente es gobernar y ejecutarlas.