Política
Fuertes declaraciones del presidente del Concejo de Ortega desatan tormenta política en el Tolima
Dirigentes rechazan expresiones consideradas «misóginas» contra la gobernadora Adriana Magali Matiz y exigen disculpas públicas. El cabildante señaló que sus afirmaciones fueron malinterpretadas.
Una fuerte controversia política estalló en el Tolima luego de que el presidente del Concejo de Ortega, Luis Eduardo Suárez Vega, utilizara una expresión considerada «ofensiva» y «misógina» al referirse a la gobernadora Adriana Magali Matiz durante una sesión oficial.
Las palabras del cabildante «¿Qué podemos esperar de una vaca que no puede parir?» detonaron una ola de rechazo entre dirigentes políticos, quienes calificaron la intervención como un acto de violencia política contra la mujer.
Suárez pronunció la frase en medio de un reclamo al gobierno departamental por presunta falta de atención a problemáticas locales y la falta de respuesta a derechos de petición enviados desde el municipio.
Reacción inmediata de la política tolimense
La diputada conservadora Carolina Mora fue una de las primeras en pronunciarse y calificó los comentarios como un ataque indignante contra la dignidad de las mujeres.
«Como mujer y diputada rechazo las expresiones ofensivas del presidente del Concejo de Ortega. La violencia política hacia la mujer no se puede normalizar, ¡hay que denunciar! Podemos hacer control político, pero en el marco del debido respeto», expresó.
Desde la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo del Tolima, Ericka Lozano también desmintió las afirmaciones del concejal, señalando que la maquinaria amarilla entregada al municipio «es un convenio entre la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y la Gobernación del Tolima», y rechazó cualquier desinformación alrededor del proceso.
La representante a la Cámara Delcy Isaza condenó de forma categórica el lenguaje utilizado por Suárez: «El ataque misógino contra la gobernadora es totalmente repudiable. Como líderes políticas, no vamos a permitir NINGUNA violencia contra ninguna mujer. ¡El debate se da con respeto y altura!», señaló a través de su cuenta de X.
La concejal orteguna Gloria Monroy también alzó su voz desde el mismo municipio, afirmando: «No hay excusa para la violencia política hacia la mujer. Las mujeres de Ortega alzamos la voz”.

Gobernación del Tolima exige sanciones y disculpas públicas
El secretario General de la Administración Departamental, Carlos Portela, utilizó un tono contundente para rechazar los hechos: «Repudiamos y condenamos las palabras del misógino concejal que irrespeta a nuestra gobernadora y a todas las mujeres del departamento. Sus señalamientos son violencia política y son condenables», declaró.
Y añadió: «Le exigimos disculpas públicas. A su partido y al Concejo les pedimos que inicien una sanción administrativa y que sea denunciado ante la Procuraduría y la Fiscalía».
La secretaria de la Mujer del Tolima, Sandra Mahecha, se sumó al rechazo calificando las palabras como «ofensivas, desobligantes e inaceptables»: «Una mujer líder política no puede ser blanco de agresiones y descalificaciones. Las mujeres merecemos respeto; la política debe ser un escenario de debate, no de agresión», subrayó.
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El alcalde de Ortega también se aparta de las declaraciones
El alcalde del municipio, Diego Matiz, se distanció de manera clara de su presidente del Concejo:
«Rechazamos contundentemente las declaraciones groseras y vulgares en contra de la gobernadora, la mejor gobernadora del país». Además, instó al cabildante a rectificarse públicamente: «Invito al concejal Luis Eduardo Suárez a que públicamente se retracte de lo que dijo», agregó.
EL concejal Luis Eduardo Suárez se disculpó, pero insistió en que sus palabras fueron «tergiversadas»
Tras la presión pública, el presidente del Concejo emitió un comunicado oficial en el que asegura que su frase fue malinterpretada:
«La expresión fue empleada como un dicho coloquial campesino para referirse a una situación que no funciona, no como una ofensa personal», afirmó.
También se refirió al gesto con la mano que realizó durante la sesión, que ha sido descrito como obsceno: «Reconozco que hice un gesto que fue interpretado como ofensivo; ofrezco una disculpa pública y sincera. Fue impulsivo y desafortunado».
Finalmente, reiteró su respeto hacia las mujeres y hacia la gobernadora: «Jamás busqué ejercer violencia de género. Mi intención fue hacer control político en defensa de Ortega».
Una polémica que abre debate sobre el lenguaje político
El incidente ha reavivado la discusión sobre los límites del discurso político en escenarios institucionales y la persistencia de expresiones que pueden considerarse discriminatorias o violentas hacia las mujeres en cargos de poder.
Mientras la Gobernación y buena parte de la dirigencia exigen sanciones y una retractación contundente, el presidente del Concejo mantiene que fue víctima de una interpretación fuera de contexto.
La controversia continúa abierta y podría escalar a instancias disciplinarias y judiciales.