Por: Juan Urrea

El Fondo Monetario Internacional anunció las proyecciones de crecimiento de diferentes naciones donde para Colombia bajó su proyección de crecimiento del  2.2 % al 1.1 %, no siendo la primera reducción de proyección para el presente año, cifras poco alentadoras en un país que tras la recuperación económica en 2021 fue catalogada como una de las más dinámicas en la región.

En el escenario de la economía global lejos de prosperar están las vagas tesis del viejo proteccionismo y el intervencionismo estatal que por medio de la planificación solo destruye la acción del mercado toda vez que la confianza es un valor imperativo de los países al momento de atraer la inversión extranjera y la producción nacional.

Margaret Thatcher en su autobiografía describe sus esfuerzos para fomentar la confianza afirmando que “mientras los elementos fundamentales (finanzas públicas, índices tributarios, etcétera) estén saneados, la propia confianza conduce a mayores inversiones y a un mayor consumo, lo cual ayuda a la recuperación.” Por lo tanto, los políticos de turno si tienen una gran responsabilidad en la gestión de la economía del país y las acciones del estado mismo, tales como legislación de seguridad jurídica y la responsabilidad de los funcionarios en cada una de sus carteras.

Mientras el Fondo Monetario Internacional informaba de sus proyecciones el país asistía a un vergonzoso debate de conducta ética y antitécnica, así como de convivencia laboral en el Ministerio de Minas y energía, Ministerio de vital importancia estratégica y económica que hoy es uno de los causantes de la desconfianza entre los inversionistas y la economía de la nación; a dichas proyecciones se suma la alta inflación que vive el país, de las más altas entre los países latinoamericanos.

El país requiere medidas económicas urgentes que beneficien a los ciudadano que a diario sufre la inflación, que si bien afecta a cada uno de los colombianos a quien más ataca es a las familias más pobres y de clase de media, que aunado al mal manejo de la economía que hasta la fecha ha liderado el presidente Petro y varios de sus ministros perspectivas negativas económicas.

Está a tiempo el gobierno en reflexionar sobre la popular frase de Deng Xiaoping, blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones, el país va por mal camino, si la obstinación es atacar los sectores de la economía nacional que funcionan para adelantar activismo y revueltas desacorde a la generación de riqueza las proyecciones y las cifras cada vez más las sentirán los ciudadanos y los logros que había conseguido el país en materia de reducción de pobreza y estabilidad económica tendrán que ceder ante la consecuencia de la errónea política económica que adelanta el gobierno hasta ahora.